Nacionales · 11/03/2022

Ortega impide regresar a Nicaragua a embajadora española

Medios españoles reportaron este viernes que desde hace casi seis meses el régimen de Daniel Ortega ha impedido regresar a Nicaragua a la embajadora española María del Mar Fernández-Palacios, quien fuera llamada a consultas por parte del gobierno de España en agosto de 2021.

España manifestó ayer al embajador orteguista en ese país, Carlos Midence que la falta de embajadora en Managua suponía una asimetría en las relaciones diplomáticas entre ambos países.

A las pocas horas, el régimen de Ortega ordenó la retirada de sus funciones de su embajador en España.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha convocado hoy al Embajador de Nicaragua en España ante la negativa de aceptar la vuelta a Managua de la Embajadora de España. Dada la asimetría existente, se anunció al Embajador que se aplicaría el principio de reciprocidad, con lo que tomaron la decisión de retirar su Embajador con carácter inmediato”, se lee en el texto.

Por su lado, Ortega argumentó que la decisión de retirar a Midence “responde a las continuas presiones y amenazas injerencistas sobre nuestro embajador” por parte de España, “que hacen imposible el ejercicio de la labor diplomática”.

María del Mar Fernández-Palacios

El régimen de Ortega no ha dado ninguna justificación para que Fernández-Palacios no pueda ingresar a Managua en todo este tiempo, señala el medio EL PAÍS, citando al portal independiente Divergentes.

Detallaron que la diplomática española vivió una situación parecida en 2020, cuando la aerolínea en la que viajaba le comunicó que no podía abordar porque no lo había autorizado Managua.

TENSIONES SUBIERON TRAS COMICIOS

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones de noviembre pasado.

Un día después de esos comicios, el ministro español de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, dijo que en Nicaragua “no ha habido elecciones justas, libres ni competidas”, y exigió la liberación de los opositores y periodistas detenidos, incluidos los siete que aspiraron a ser candidatos presidenciales en esos comicios.

El pasado 24 de febrero, Ortega reclamó a España por las “insolentes, anacrónicas, desfasadas declaraciones” del canciller español sobre el país y sus funciones diplomáticas, aunque no especificó cuáles.

No somos súbditos de la Corona española. No aceptamos, por lo tanto, injerencia alguna de ese o de ningún país, en nuestros asuntos internos”, señaló el régimen entonces.

CUERPO DIPLOMÁTICO BAJO ATAQUE

Fuentes diplomáticas consultadas por EL PAÍS en Managua coincidieron en que los embajadores están bajo ataque por parte del régimen Ortega-Murillo. El golpe más reciente lo sufrió el Nuncio apostólico Waldemar Stanisław Sommertag, quien fue conminado a salir del país. De acuerdo con una publicación de Confidencial, el embajador de El Vaticano abandonó su misión el domingo 6 de marzo, después de que un contingente policial lo siguiera a la salida de su residencia.

Sin declararlo non grato de forma oficial, según Confidencial, la salida de Sommertag se fraguó como consecuencia de al menos cuatro incidentes provocados por el régimen. Los dos más relevantes fueron que el nuncio usó en una entrevista la expresión “presos políticos” para referirse a los opositores que son juzgados a puertas cerradas en la prisión de El Chipote, lugar donde sufren malos tratos y torturas.

El otro encontronazo fue que el nuncio no asistió a la aislada toma de posesión de Ortega y Murillo el pasado 10 de enero, ya que viajó a Roma. Ambas cuestiones generaron fuertes reclamos del régimen.

Nuncio apostólico Waldemar Stanisław Sommertag

Sommertag era uno de los pocos intermediarios que quedaban en Nicaragua entre el orteguismo y la oposición, entre ellos familiares de las víctimas de la represión. No obstante, Monseñor Carlos Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) señaló —tras la salida intempestiva del nuncio— que las relaciones entre el régimen de Ortega y el representante del papa Francisco se habían deteriorado.

Otro detalle hilarante que causó la furia de los Ortega Murillo fue que, en febrero pasado, de acuerdo con el relato de fuentes diplomáticas, Sommertag organizó una despedida al embajador de Colombia, Alfredo Rangel Suárez, quien fue expulsado por los Ortega-Murillo y declarado non grato ese mismo mes.

Las fuentes diplomáticas consultadas por EL PAÍS consideran absurdo haber expulsado Sommertag, ya que el papa Francisco nunca ha criticado públicamente al régimen. Sin embargo, con esta decisión la pareja se aísla un poco más de la comunidad internacional.