Opinión / Ensayos · 14/05/2020

Ortega propondrá sus reformas a la Ley Electoral – Jerses

Recientemente nos participaron, a nosotros los ciudadanos, que se aproxima otra componenda política donde no participaremos pero sí pagaremos por las consecuencias que resulten de otro desastre más en el que sandinismo nos va a embarcar.

Los actores serán los clásicos de siempre, uno con poder, otro con dinero y dos masayas para testificar. Ortega propondrá sus reformas a la Ley Electoral que sólo beneficios le traerán, dos partiduchos que dirán que aportaron a las reformas, en esta comparsa el de rojo lupanar y las loras verdes cada uno recibirá un magistrado en el honorable consejo electoral más uno que otro curul en la chanchera nacional y un par de huesos en la administración pública, la fórmula Ortega Murillo está lista para la contienda electorera, los opositores legitimados están preparados para su traición, el gran capital ya aprendió la lección de nunca más volver a atentar contra el poder y el pueblo que siempre ha sido el gran perdedor es el que está menos preparado y será el que volverá a pagar por todo, perderá otra vez y nada recibirá.

Los políticos de este país, tienen la poca honrosa cualidad que son peor que sus colegas extranjeros, los de aquí han sido y son verdugos del pueblo sin importar el partido o tendencia ideológica porque todos tienen la codicia en común, anteponen el botín, ahora es una mesa de pool a tres bandas, pero en nada difieren porque todo lo tienen en común, la ignorancia de los unos y las bajas pasiones de los otros han maleado convirtiendo todo en un patrioterismo y tirado al país por el abismo, tienen tanto en común que son como las Gorgonas, trillizas con la misma ambición y misma manera de ver y apreciar las cosas, los intereses encontrados y las rivalidades, los celos que los han dividido los ha lanzado a una lucha por lo material, lucha impía e insensata que nos ha sumido como pueblo en la ignorancia, la pobreza, el aislamiento y toda esa pléyade de males propios de las confrontaciones entre los políticos, donde ninguno es partidario de la libertad porque son todos igualmente fanáticos, codiciosos y sin principios.

Jerses