A juicio del analista político y economista nicaragüense Óscar René Vargas, el régimen de Daniel Ortega “quiere privatizar el agua”, con la reforma a la Ley General de Aguas Nacionales que diputados orteguistas aprobación hoy en la Asamblea Nacional.
La reforma a la Ley 620 otorga en “algunas zonas del país” concesiones de agua potable y saneamiento a firmas particulares, lo que según expertos abre la puerta a la privatización del servicio de agua potable.
Además, otorga a la Autoridad Nacional del Agua (ANA) las facultades administrativas y reguladora de los servicios de agua potable y residuales en el país que antes tenía el Instituto Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado (INAA).
“Quieren privatizar el agua, por qué, porque no tienen recursos” económicos para seguir enriqueciéndose, dijo Vargas en entrevista con La Mesa Redonda. Incluso afirmó que Ortega hasta ha querido privatizar el Lago de Nicaragua, pues lo considera una “mina de oro” por ser el recurso hídrico más importante en el país y de Centroamérica.
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El analista señaló que las pretensiones de Ortega demuestran su “incapacidad e ineficiencia” para solucionar la crisis económica del país y no tener una visión a futuro; pues, “la única visión de Ortega es el enriquecimiento personal”, sin importarle las consecuencias.
Vargas sostuvo que la oligarquía orteguista se “enriqueció alrededor del dinero del Estado, del dinero de Venezuela y del dinero ilícito que ha entrado a Nicaragua”.
Al mismo tiempo, valoró que Ortega estaría buscando un “nuevo pacto” con el sector privado de Nicaragua para ofrecerles “el pastel” que representa la reforma a Ley 620.
“Piensan resolver el problema político ofreciéndole la oligarquía tradicional un pastel nuevo que sería la privatización del agua, es lo que puede ayudarles a amarrar un nuevo pacto social con este sector del gran capital”, afirmó.
Para el analista, todas estas presiones del régimen orteguista en cuanto a la aprobación de leyes, normativas fiscales, son porque la lógica del dictador es permanecer en el poder. No obstante, –añadió– crea una presión social que acabaría con una implosión social, incluso entre sus bases sandinistas.
Vargas advirtió que las acciones del régimen, provocarán más desempleo, incluso en el aparato del Estado, pobreza y descontento social.
El economista apuntó que desde décadas existe un atraso de la economía nicaragüense en relación con las del resto de países de la región.