Nacionales · 06/12/2021

Ortega recibió U$ 500 millones por huracanes Eta e Iota, pero esa ayuda “no se tradujo en reparación de casas, caminos y puentes”, afirma observatorio

Un informe presentado este lunes por el Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción, determinó que el régimen de Daniel Ortega recibió unos U$ 500 millones de dólares entre donaciones y préstamos, para apoyar a las poblaciones afectadas por los huracanes Eta e Iota que impactaron el Caribe nicaragüense en noviembre de 2020, pero que esa ayuda “no se tradujo en reparación de casas, caminos y puentes”, y que más bien el dictador “utilizó donaciones” como “regalos directos” de su régimen.

Extraoficialmente se estima que el país pudo haber recibido entre 500 y 600 millones de dólares dirigidos a la asistencia de los territorios arrasados por los fenómenos naturales, según cálculos independientes de economistas que hablaron con los medios de comunicación independientes”, dice el informe.

Autoridades regionales consultadas para este informe, aseguraron que se reunieron más de 500 millones de dólares entre donaciones y préstamos, para apoyar a las poblaciones afectadas. Sin embargo, esa ayuda no se tradujo en reparación de casas, caminos y puentes, que para los locales es la prioridad para mantener el acceso entre comunidades”, agregó.

El Observatorio aclara que, aunque oficialmente no se divulgó una cifra total de los recursos económicos recibidos por el desastre natural, el Informe de la Cooperación Oficial Externa 2020, divulgado en junio pasado por el Banco Central de Nicaragua (BCN), reportó en donaciones y préstamos por los huracanes un monto que suma 238,100,000 de dólares.

Se confirmó que se entregaron millones de dólares en donaciones para apoyar a las poblaciones afectadas por los huracanes Eta e Iota”, pero que “los testimonios de locales aseguran que no hubo ningún esfuerzo significativo para mejorar las calles, caminos, infraestructura y su calidad de vida”, señala el texto.

Por lo tanto, “queda en evidencia la utilización de las donaciones como regalos directos del Gobierno”, zanjó.

ORTEGA POLITIZÓ AYUDA

El informe afirma que los proyectos y obras que se hicieron casi un año después del paso de los huracanes Eta e Iota, “fueron promovidos con el sello del partido gobernante Frente Sandinistas de Liberación Nacional (FSLN) y los beneficios fueron entregados a los ciudadanos identificados como sandinistas”.

Públicamente no hay una explicación de los países y organismos donantes, del por qué no se hizo un control efectivo del destino de las donaciones, para que se cumpliera con los objetivos de ayudar verdaderamente a la reconstrucción de casas e infraestructura vial”, apunta el Observatorio.

No obstante, muchos de los proyectos están siendo administrados por las organizaciones donantes. “Países y organismos financieros internacionales donaron miles de dólares para llevar ayuda a los territorios más recónditos de la RACCN, pero aunque se esperaba mayor vigilancia de esos recursos por la falta de confianza que se ha ganado el Gobierno de Nicaragua, la población afectada hasta el día hoy no ve grandes resultados de esa cooperación”, indicó.

Lo más notable fue el clientelismo político-partidario con que se entregaron víveres y otros beneficios a simpatizantes del Gobierno de Daniel Ortega o a quien se declare militante del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)”, dice el informe.

La ayuda más visible tras los ciclones, fue la entrega de láminas de zinc, cocinas y paquetes de alimentos, “todo esto con sello partidario”.

A ello se suma “la inauguración de obras en campaña electoral, con la marca del FSLN”.

Por otra parte, el régimen orteguista impidió la ayuda privada de organizaciones civiles e iglesias a los afectados por los huracanes.

LOS DONANTES

Las principales fuentes de cooperación al sector público fueron: BCIE (US$321.6 millones), FMI (US$186.8 millones), BID (US$154.1 millones), Banco Mundial (US$72.5 millones), Unión Europea (US$36.0 millones), Banco Europeo de Inversiones (BEI) (US$34.3 millones), China Taiwán (US$27.9 millones) y OFID (US$21.0 millones), detalló el Observatorio.

También, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) gestionó la donación 160 toneladas de alimentos; el organismo humanitario Convoy of Hope donó 12,960 paquetes de arroz con soya y Walmart Nicaragua donó 1,500 paquetes de alimentos.

Además, otros organismos donaron artículos de primera necesidad como tiendas de campaña, frazadas, purificadores de agua, láminas de plásticos, kits de higiéne personal, entre otros. Todo esto fue canalizado a través del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención a Desastres (Sinapred).

El BCIE confirmó en sus reportes que “en los primeros días del mes de noviembre del 2020, en solidaridad y respaldo al Gobierno de Nicaragua en la implementación de acciones humanitarias que se derivaron en consecuencia de las crecidas y desbordamientos de los ríos por el paso del huracán Eta, se otorgó una cooperación financiera no reembolsable por un monto total de 500 mil dólares”.

  • La cooperación del BCIE estuvo dirigida a:
  • Compra de alimentos, agua potable y demás bienes de uso primario.
  • Compra de medicinas y atención médica a las personas afectadas.
  • Compra de colchones y demás materiales requeridos en los albergues creados para atender emergencias.
  • Materiales y mano de obra para la construcción o reparación de casas, edificios y otra infraestructura afectada durante la emergencia.
  • Compra de insumos para la recuperación de siembras agrícolas pérdidas producto de la emergencia.
  • Compra y aplicación de sustancias y equipo de fumigación para eliminar plagas.
  • Financiamiento de campañas y acciones relacionadas con la atención de la emergencia y la población afectada.

HURACANES

El huracán Eta tocó tierra el 3 de noviembre de 2020, con una fuerza categoría 4 y vientos de 240 kilómetros por hora, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica  (NOAA, por sus siglas en inglés); mientras que el huracán Iota impactó 13 días después, el 16 de noviembre, con la misma categoría 4 y vientos de 260 kilómetros por hora.

El impacto destructivo de ambos ciclones cayó con mayor fuerza al Sur de la ciudad de Bilwi, cabecera de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte del país (RACCN), donde los principales daños estuvieron relacionados con la destrucción de la red vial (caminos, carreteras y puentes), viviendas, afectaciones ambientales, infraestructura social (centros escolares y centros de salud) y sectores productivos, principalmente del sector agropecuario, pesca y bosques.

Por su parte, el huracán Iota tuvo efecto a nivel nacional, aunque con mayor impacto en la RACCN y centro norte del país, resultando afectados 56 municipios, con una población expuesta de 3 millones habitantes, de las cuales 370,272 familias fueron afectadas por inundaciones y deslizamientos. En lo que respecta a la población evacuada, se registraron 160,597 y 59,964 personas en centros de albergues y casas solidarias, respectivamente.

La propuesta de Presupuesto General de la República 2022 actualizó la cuantificación de los daños y la eleva a casi mil millones de dólares, aproximadamente 3 millones de personas expuestas y 38,117 familias evacuadas, apuntó el informe.

Según el reporte oficial actualizado, ambos huracanes generaron afectaciones económicas por 999.2 millones de dólares (8.3 % del PIB estimado para el año 2020).

Estas se dividen en daños directos 800.5 millones de dólares, pérdidas económicas 152.5 millones y costos adicionales por 46.1 millones de dólares, detalla los anexos del proyecto de Presupuesto 2022, precisó el Observatorio.

Además, la infraestructura vial resultó con afectaciones en 201 puentes, 1,975 kilómetros de caminos de macadán, 4,889 kilómetros de caminos rurales y 1,750 kilómetros de carreteras. También se registraron daños parciales en 58,939 viviendas, 528 unidades escolares y en 96 unidades de salud pública.

El Observatorio manifestó que “Nicaragua es un país con un alto nivel de percepción de corrupción y de falta de transparencia pública bajo el Gobierno de Daniel Ortega, lo que debería obligar a los actores sociales del país a estar más pendiente del uso de los recursos públicos y donaciones internacionales y exigir mayor rendición de cuentas al Gobierno central”.