El dictador Daniel Ortega arremetió nuevamente contra la Iglesia Católica de Nicaragua y sus obispos, en un acto para conmemorar el 41 aniversario de la Cruzada Nacional de Alfabetización, celebrado la noche de ayer lunes.
Ortega, que esta vez sorprendió al llegar sin su mujer Rosario Murillo, dedicó una parte de su discurso para atacar a los obispos nicaragüenses a quienes acusó de “bendecir” la intervención norteamericana en Nicaragua, el crecimiento del analfabetismo y la pobreza.
“Fueron prácticas que se mantuvieron durante tres gobiernos alimentados y mantenidos por el imperio yanqui y bendecidos por las cúpulas religiosas y por otros que visten de hábito. Por eso es que se dice que el hábito no hace al monje. Ellos alegremente celebraban el crecimiento de la riqueza para los más ricos, el crecimiento de la pobreza para el pueblo y el crecimiento del analfabetismo”, dijo Ortega.
“Yo conocí cuando era muchacho a esos señores obispos. Incluso un tío abuelo, Marco Antonio Ortega, fue el primer obispo. ¿Y cuál fue su hazaña? Hacerse cómplice del régimen. No había valores ni principios que pudiesen venir de quienes tenían el poder, el poder de las armas, el poder religioso. Recordando al tío abuelo, cuando llegaron las tropas yanquis a Nicaragua y monseñor Lezcano Ortega, hermano de Marco Antonio, ahí están las fotos de la vergüenza. El señor obispo, bendiciendo a las tropas yanquis, con todos los fusiles tendidos”, agregó.
La Iglesia Católica de Nicaragua es constantemente atacada por Ortega y su mujer Rosario Murillo, porque los obispos nicaragüenses estuvieron del lado del pueblo durante las protestas iniciadas en abril de 2018, y porque los templos sirvieron de refugio y centros de acopio para los manifestantes.
El cardenal Leopoldo Brenes, ha declarado que la Iglesia “no está para complacer los sentimientos de las autoridades, tampoco está para complacer los sentimientos o los deseos de líderes o personalidades”, sino que el mensaje de la Iglesia “es orar por aquellos que nos calumnian”.
“Cuando una persona nos ofende, nos toca orar por aquellos que nos persiguen, odian y calumnian, así como lo hizo Jesucristo. Al final a esas personas que nos dicen cosas siempre se les va a atender. En una ocasión se dijo que la iglesia siempre asiste al funeral de sus perseguidores”, dijo Brenes en una entrevista concedida al periodista Marcos Medina de Canal 12, el pasado 18 de agosto.