*Por Voces en Libertad
El expresidente costarricense Óscar Arias lamentó la forma en que se lleva el proceso electoral en Nicaragua, pues considera que se trata de “una farsa” y que el Consejo Supremo Electoral, bajo control del oficialismo “se va a sacar cualquier cifra del sombrero”, para dar la victoria por cuarta vez consecutiva al caudillo al que él llama “tirano”.
Arias, cree que después del 7 de noviembre, cuando Ortega consume el proceso de votaciones, “la comunidad internacional debe desconocer el resultado de esta elección” porque manifiesta que “no tiene ninguna legitimidad”.
El exmandatario cree que solo un número de países “muy insignificantes” van a reconocer la elección, pero cree que la mayoría de los países lo declararán ilegítimo y eso enfrentará a Ortega a enormes desafíos para poder “gobernar”.
“Vienen represalias (…) lo pueden sacar al gobierno de Ortega del Banco Mundial, del BID, del BCIE. Lo pueden suspender de la OEA. Evidentemente que el sector empresarial va a recortar la inversión en su propio país, no habrá inversión extranjera, no habrá turismo, pueden venir sanciones económicas de otros países y se va a empobrecer el pueblo de Nicaragua, va a haber más migración al igual que en Venezuela”, augura el exmandatario.
Arias que a pesar de las repercusiones que implica su continuidad en el poder, él está dispuesto a sacrificar a la población.
“Solo sufrimiento le espera al pueblo de Nicaragua lamentablemente “, dice al mismo tiempo que recuerda que “los titanos no se preocupan por eso, ellos no se preocupan por el bienestar de la gente, a ellos lo único que los motiva es no alejarse del poder y si es posible morir en el poder”, manifestó.
Ortega podría prolongar su régimen muchos años más
Arias dice que lamenta no poder ser más optimista con el futuro de Nicaragua, pero cree Ortega podría resistir los golpes económicos, a cambio, claro de una enorme cuota para los más pobres, a como ha sido el caso de Cuba y Valenzuela, cuyas economías se han ido a pique, pero sus regímenes autoritarios han logrado sostenerse, porque dice que a los “tiranos no importa el sacrificio que le impongan al pueblo”.
El exmandatario, reconocido con el Premio Nobel de la Paz por haber impulsado los acuerdos que pusieron fin al conflicto armado en Centroamérica en los años 80, pide a la comunidad internacional “aislar al gobierno de Ortega”.
Para Arias, Ortega es el “presidente de una minoría2 y por eso ha recurrido a la persecución y la criminalización para poder continuar en la presidencia.
“Si hoy hubieras tenido un candidato o una candidata contra él, sin duda alguna a Daniel Ortega lo hubieran derrotado”, afirma convencido que por la vía legítima y transparente, el antiguo guerrillero que prometió democratizar a Nicaragua, nunca alcanzaría la presidencia del país.