Nacionales · 23/05/2022

Padre Edwing Román: “Nos persiguen por no arrodillarnos ante el opresor”

En Nicaragua se persigue a la Iglesia Católica, y sobre todo cuando el obispo o un sacerdote alza su voz profética denunciando la corrupción, y la injusticia que sufrimos”, dijo a la VOA el sacerdote Edwing Román, quien se encuentra exiliado en Estados Unidos por amenazas en su contra.

Nos persiguen por ser fieles a nuestro ministerio sacerdotal, por no arrodillarnos ante el opresor y por dar la cara en defensa del pueblo de Dios”, agregó Román vía telefónica.

El religioso reacciona así, ante la persecución policial que vive monseñor Rolando Álvarez, quien inició una huelga de hambre indefinida desde el viernes a modo de protesta hasta que cese el acoso de la Policía Orteguista en su contra.

La Policía no permite la entrada (de feligreses) y tiene totalmente acordonado al templo. Dos sacerdotes que iban a concelebrar la palabra fueron rechazados con malacrianza y grosería”, escribió Álvarez en las redes sociales. “Ese tipo de actitudes no abonan para nada al diálogo”.

También, el sacerdote Harving Padilla, quien dirige una iglesia local en la ciudad de Masaya, es acosado por oficiales de la Policía.

Padilla se encuentra bajo asedio policial desde hace una semana, y afirmó el domingo que policías lo intentaron detener en horas de la mañana.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua emitió un comunicado el domingo para expresar su “solidaridad” con el sacerdote Rolando Álvarez.

Estamos viviendo momentos difíciles como nación y nuestro deber como Iglesia es anunciar la verdad del Evangelio”, indicó la Conferencia.

Los sacerdotes en Nicaragua han estado en la mira del dictador Daniel Ortega desde el año 2018, cuando tuvieron lugar las manifestaciones en su contra. Ortega los acusa de “golpistas”.

El exdiputado liberal Eliseo Núñez, exiliado en Costa Rica, sostiene que Ortega con esta nueva escalada contra la Iglesia busca silenciar a cualquier voz crítica, incluyendo los religiosos.

Ortega está buscando a estas alturas ya silenciar incluso las homilías (…) pretende dar este golpe. Quizás no quiere apresarlos (a los sacerdotes), sino que se exilien. Quiere bajarle la moral a la Iglesia y dejarla sin capacidad de voz profética”, indicó Núñez a la VOA.