En su mensaje del Domingo de Resurrección, el papa Francisco mencionó a Nicaragua como un lugar en los que los cristianos “celebran la Pascua en circunstancias difíciles” después de que la dictadura orteguista prohibiera las procesiones en las calles y detuvieran a feligreses.
“Sostiene, Señor, a las comunidades cristianas que hoy celebran la Pascua en circunstancias particulares, como en Nicaragua y en Eritrea, y acuérdate de todos aquellos a quienes se les impide profesar libre y públicamente su fe”, dijo el pontífice desde la Basílica San Pedro antes de impartir la bendición Urbi et Orbi.
Nicaragua fue la única mención a América Latina que hizo Francisco en su discurso, pronunciado ante 100.000 fieles según el Vaticano y en el que recorrió los diferentes conflictos que asolan el mundo, con especial atención a Oriente Medio y Ucrania.
Precisamente esta Semana Santa, al menos nueve feligreses y un periodista fueron detenidos en Nicaragua mientras participaban en celebraciones religiosas, según un reporte avalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Según el informe, del 1 al 6 de abril se dieron 35 incidentes relacionados con violaciones de los derechos humanos en Nicaragua, incluida la expulsión del país del sacerdote panameño Donaciano Alarcón.
Además, la Policía prohibió procesiones religiosas como el viacrucis de cuaresma o el recorrido de los “Cirineos”, justo cuando faltan menos de dos semanas para el quinto aniversario de las manifestaciones masivas contra el régimen de Daniel Ortega.
El papa ya calificó de “dictadura grosera” el régimen de Ortega, en una entrevista publicada en marzo por el portal argentino Infobae, donde también criticó la condena a 26 años de prisión del obispo Rolando Álvarez.