La pareja Ortega-Murillo se asoció con la Iglesia de Satán, una especie de anti iglesia que se fundó en 1960 en San Francisco, California. Toman esa decisión ante la imposibilidad de aniquilar o disminuir la fuerza de la Iglesia Católica, explicó este martes el diplomático, abogado y exsacerdote, Edgard Parrales en el programa La Mesa Redonda.
Parrales afirmó que todas las tiranías, satrapías y dictaduras chocan con la iglesia, es la piedra en su zapato. En el caso de la pareja de gobernantes de Nicaragua, primero intentaron dominar a sacerdotes y obispos a través de lisonjas y al no lograrlo han emprendido una campaña en su contra.
El exsacerdote indicó que los Ortega-Murillo están actualmente ante una gran contradicción porque se proclamaron católicos, hasta se casaron pero se asociaron después con el diablo.
“Están en una gran contradicción y van a pagar su osadía”, sentenció. Según el diplomático, el gobierno ha logrado controlar todos los poderes del estado, ministerios, instituciones, tienen control sobre casi todos los partidos políticos y están cómodos con una oposición desarticulada que lucha por unirse.
Parrales explicó también que la pareja libra dos luchas: política y espiritual.
En el plano político, Ortega sabe que tiene que sentarse en algún momento en un diálogo y busca ir fortalecido. Por eso los presos políticos, la persecución y el asedio.
“Creo que esto (atentado a Capilla de la Sangre de Cristo) traerá consecuencias en cualquier momento. Hicieron un mal cálculo y ahora la tendrán que rendir cuentas a su jefe Satanás”, aseveró.
El exsacerdote cree que el pueblo católico ha fortalecido su fe y en cualquier momento tendrá su reacción ante el atentado contra la Sangre de Cristo.
Parrales dijo que Ortega ha puesto a sus mismos seguidores bajo el manto del diablo. “Un exorcismo sería bienvenido”, afirmó.
Explicó que este tipo de tiranías pierden la racionalidad porque abrazan dos vicios que son el poder y la riqueza.