Pen Internacional publicó este viernes una nota de prensa en la que alertó a todos los centros PEN y a los medios de comunicación internacionales, la restricción a coberturas informativas relacionadas con el COVID-19, la limitación a la información pública y las amenazas que están viviendo los periodistas nicaragüenses independientes.
La asociación sostuvo que en Nicaragua se continúa debilitando la libertad de expresión, mientras el Estado toma medidas en contra de los derechos humanos.
Refirió el caso del periodista de Bluefields Sergio León, director de la radio La Costeñísima quien ayer fue citado en la Dirección de Resolución Alterna de Conflictos (DIRAC), del Poder Judicial, para responder una demanda de “calumnia e injuria”, supuestamente por reportar la situación del COVID-19 a través de una entrevista con un funcionario público.
El Centro PEN Nicaragua alertó que al menos seis periodistas independientes están contagiados de COVID-19, y no pueden acudir a hospitales públicos por miedo a represalias de las autoridades. Esta alerta fue consecuencia del fallecimiento de Gustavo Bermúdez, también a causa del COVID-19, quien usaba su programa de radio para dar información sobre la pandemia.
“La muerte de Bermúdez es un llamado de atención ante la imparable ola de muertes y contagios causados por el coronavirus en Nicaragua, en medio de la indolencia del gobierno de Daniel Ortega que se empeña en negar la enfermedad y que no sólo ha rechazado decretar medidas de aislamiento social, sino que ha promovido actividades masivas que propician el contagio de miles de nicaragüenses”, afirmó el centro PEN Nicaragua en su comunicado.
Las nulas medidas por parte del régimen de Daniel Ortega frente a la pandemia, han hecho que asociaciones como la organización de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), emita medidas de protección para que implementen los periodistas por sí mismos.
Pen Internacional detalló que durante el mes de mayo, varios reporteros han denunciado que las autoridades limitan las libertades de los periodistas para sus coberturas informativas relacionadas con la crisis de salud, evitando que los periodistas se acerquen a los hospitales y accedan a información pública.
“La doble censura a la que se enfrentan los periodistas y escritores críticos con el gobierno de Nicaragua es alarmante, porque éste es el síntoma de un gobierno que apoya la desinformación y debilita la libertad de expresión”, dijo Jennifer Clement, Presidente de PEN Internacional.
Asimismo, denunció que, desde el pasado 8 de mayo de 2020, el régimen de Ortega puede regular al personal de las empresas de telecomunicaciones a quienes les otorga libertades para la vigilancia digital.
PEN Internacional, el Centro PEN de Nicaragua y PEN América le recordaron a Ortega que “una prensa libre, además, es clave para dar una respuesta efectiva a la crisis sanitaria, dado su rol indispensable en el acceso a la información y promoción de la transparencia”.
Por ello, hicieron un llamado urgentemente al régimen orteguista para que permita el libre flujo de información más aún en tiempos de crisis de COVID-19, cesar las agresiones, amenazas y persecución a periodistas críticos e independientes; respetar los acuerdos firmados por el Estado de Nicaragua en la Declaración Universal de Derechos Humanos, Convención Americana sobre Derechos Humanos, así como en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y garantizar la vida, el acceso a la salud y de sus demás derechos humanos tanto a los periodistas como a sus ciudadanos.