Nacionales · 04/01/2022

Periodistas nicaragüenses continúan informando desde el exilio en 2022

Reporteros nicaragüenses por la VOA afirman que entre los retos del 2022 están seguir haciendo periodismo, pero a la vez proteger a las fuentes de lo que describen como una escalada en la represión del régimen de Daniel Ortega.

El reportero nicaragüense Octavio Enríquez, ganador del Premio Rey de España, valora el 2021 como uno de los peores años para el ejercicio de periodismo en la nación centroamericana.

Señala que los hechos lo confirman: hay un periodista preso por comentar en las redes sociales; el gerente del diario La Prensa, el más antiguo del país, se encuentra detenido y el medio que dirige sigue ocupado por las autoridades, al igual que las oficinas de Confidencial y 100% Noticias.

Fácilmente se entiende que el régimen de Nicaragua criminalizó el ejercicio del periodismo”, dice Enríquez a la Voz de América.

El periodista actualmente se encuentra en el exilio tras haber sido citado por la Fiscalía, al igual que decenas de reporteros más que colaboraron con la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, acusada de lavado de dinero.

Enríquez comenta que el acoso judicial es parte del panorama que enfrenta el periodismo independiente en Nicaragua, además de la intervención de medios y el arresto arbitrario “basado en las leyes represivas aprobadas por el régimen que van dirigidas a castigar a periodistas y fuentes”.

El periodista, que ha sido galardonado por sus investigaciones sobre el desvío de fondos de la cooperación venezolana en Nicaragua y el enriquecimiento de la familia presidencial, menciona que “uno de los puntos esenciales del trabajo periodístico es desarrollar estrategias para proteger a quienes nos ayudan a hurgar en la oscuridad”.

Tras lo ocurrido en 2021 con el arresto de decenas de opositores y la persecución a periodistas, en Nicaragua no hay ninguna firma de los reporteros en los artículos que se publican en el país. También abundan las fuentes bajo el anonimato por razones de seguridad.

“Ortega y su régimen reinan entre el terror y lo absurdo”, sentencia Enríquez.

Cristopher Mendoza, directivo de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), dice que la nueva arremetida de Ortega a los reporteros ha implicado reconfigurar “el plan de trabajo de cada uno de los medios de comunicación y periodistas”.

Gran parte de ellos, luego de la promesa del diálogo volvieron a Nicaragua, pero tras las nuevas acciones del régimen de Ortega retomaron el exilio. Ahora son más cautos y han creado salas de redacción improvisadas en apartamentos, donde “la solidaridad de los colegas brota”.

Por supuesto que la solidaridad de los amigos, colegas, de las amigas, es importante. ¿Qué queda atrás? Queda tu país, queda toda tu vida, tus recuerdos, los olores, los sabores, la comida, la familia. Todos esos bonitos recuerdos y lugares que frecuentabas, totalmente cambió de un día para otro esa cotidianidad”, comentó.

Desde Costa Rica el panorama es otro y se ve como “doble rasero”, cómo el régimen invita a corresponsalías de medios extranjeros, como la de los medios de China, mientras avasalla a la prensa local.

“¿Qué ejemplo va a ser China para el mundo?”, se pregunta Mendoza y cree “que se ajusta muy bien a los objetivos del régimen y están acostumbrados a este tipo de sistemas”.

Se conoce que hay presos chinos, periodistas, por intentar contar la verdad. En un régimen así, ¿qué vas a esperar? Y Ortega es exactamente lo mismo”, dice Mendoza.

Valora que “probablemente siguen un guion, saben qué deben de preguntar, saben cómo crear un simulacro de una rueda de prensa, por ejemplo. Pero si tuvieran a medios de comunicación independientes que sí hacen las preguntas incómodas, eso es lo que no les conviene”, agregó.