Destacados / Nacionales · 05/07/2022

Pinita Gurdián pide la liberación de Ana Margarita y Tamara: “No quisiera morir sin tenerlas libres”

La señora Josefina “Pinita” Gurdián demandó una vez más la liberación de su hija Ana Margarita Vijil y su nieta Tamara Dávila, quienes cumplieron un año de estar secuestradas en ‘El Chipote’.

En una publicación en su cuenta de Facebook “el único que me permite gritar al mundo mi angustia y mi dolor”, Guardián expresó que desde su situación de salud por el cáncer que padece y que “cada día progresa”, espera ver libres a sus familiares antes de morir.

No quisiera morir sin tenerlas libres. Toda esta angustia agrava mi situación. Es una pesadilla constante”, escribió.

Vijil fue condenada a 10 años de cárcel por el falso delito de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional”.

Dávila fue condenada a 8 años de prisión por el falso delito de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional”.

Ambas se encuentran en celdas separadas.

Compartimos el texto de doña Pinita Gurdián:

Uso este espacio que, aunque es reducido, es el único que me permite gritar al mundo mi angustia y mi dolor.

Las presas políticas Dora Ma Téllez, Suyen Barahona, mi nieta Tamara Dávila y mi hija Ana Margarita Vijil están cumpliendo 387 días de estar detenidas y totalmente incomunicadas. Cada una en una celda separada, sin poder hablar, ni hacer señas, ni leer, ni escribir. El caso de Tamara es todavía más grave, porque su celda es empernada. Algunas en total oscuridad, otras con luz las 24 horas. Con frío en este tiempo tan húmedo. A algunas les han pasado la colcha que les llevamos, pero a otras no ha sido posible se las entreguen. Esa es otra forma de tortura. Durmiendo sobre una cama de piedra sobre una colchoneta que con el tiempo se ha ido reduciendo y que les produce mucho dolor de espaldas. Con hambre. Con inundación en algunas celdas.

Privadas de todo, como el caso de Félix Maradiaga y todos los demás tal como lo expuso con gran angustia su esposa Berta Valle a quien le mando un abrazo y comparto su dolor.

Castigados/as y juzgados/as con testigos falsos por haber protestado y querer defender los derechos de la ciudadanía. Ese fue su gran delito. El no ser indiferentes ante el dolor de las personas que sufren injusticia.

¿No es acaso este un país libre?

Esto es inhumano y yo no puedo callar. Protesto y grito las injusticias que están sufriendo ellas y el resto de un total de 190 personas en diferentes centros penitenciarios.

¿Las quieren matar?¿Enloquecerlas?

¿Dónde están las palabras que tanto pregonan de amor, paz, Dios?

Desde mi situación especial de un cáncer que cada día progresa, yo protesto y pido abran su corazón. No quisiera morir sin tenerlas libres. Toda esta angustia agrava mi situación. Es una pesadilla constante.

A uds. les conviene que todos vivamos en paz.

Pido al Señor abra sus corazones.