Ayer salió de Panamá el último grupo de 53 nicaragüenses que se encontraban desde hace un mes varados en Chiriquí, sin embargo al entrar a territorio nacional fueron retenidos por al menos una hora en el sector del puente de Ochomogo en Granada y amenazados de no denunciar lo que estaba pasando.
“Les dicen que el bus está circulado porque ahí transporta pasajeros con COVID-19, algo desproporcionado porque no existe la posibilidad”, indicaba ayer el abogado Pablo Cuevas, asesor legal de la CPDH.
Mientras que el periodista Gerall Chávez reportó hoy que, antes que la Policía los dejara ir amenazó a todos los nacionales incluyendo al conductor y ayudante para que no hablaran, no tomaran fotografías y videos de la situación porque “no querían escándalos”.
“La policía amenazó a todas las personas que viajaban en el bus, incluyendo a conductor y ayudante. Les dijo que cuidado estaban llamando, haciendo fotos y videos, porque ahí se iban a quedar. ‘No queremos escándalos’, luego de mantenerlos retenido más de una hora en Ochomogo”, informó Chávez este miércoles.
Este grupo de 53 nicas, fue el duodécimo y último que ayer partió de Paso Canoas, provincia de Chiriquí, rumbo a su país, finalizando así los viajes humanitarios que empezaron el pasado 3 de julio, informó el Servicio Nacional de Migración panameño.
Los nacionales se habían quedado sin medios de vida en suelo panameño a causa de la pandemia.
En el primer viaje partieron 83, segundo, 78; tercer, 89; cuarto, 90; quinto, 88; sexto, 76; séptimo, 91; octavo, 87; noveno, 103; décimo, 97; undécimo, 98, y el último, 53, de acuerdo con las cifras oficiales.