Los presos políticos encarcelados en el Sistema Penitenciario de Granada, lanzaron esta semana un llamado de auxilio al sentirse “olvidados” por “representantes y directivas de grupos élite” que a su juicio solo exigen la libertad para su círculo familiar y social, y no por todos los reos detenidos por motivos políticos. Tanto así que algunos han querido suicidarse, alertaron.
“Nos estamos pronunciado en pro de la liberación de todos los reos políticos actuales, no solo por uno, dos, o tres, todos tenemos derecho a nuestra libertad ya que somos inocentes de los supuestos delitos que el régimen nos acusa”, señalaron los reos a través de una carta.
“Dejemos la ideología de pelear libertades solo para fulano o sutano, o porque ellos son de apellidos reconocidos. Al final la lucha es de todos ¿O es que acaso solo 4 o 5 salieron a la calle? Fuimos todos juntos”, reprocharon.
Agregaron, “representantes y directivas de grupos élite, no solo sus familiares son reos políticos y no sólo ellos tiene derecho a ser libres. Nosotros también, todos estamos sufriendo la misma represión de la dictadura en diferentes prisiones, algunos más que otros”.
ALGUNOS HAN QUERIDO QUITARSE LA VIDA
En el texto, los presos políticos denunciaron las condiciones de reclusión “infrahumanas” y “antihigiénicas en las que se encuentran.
Manifestaron que como “castigo” a algunos reos no les permiten recibir comida de sus familiares y son “obligados” a comer la comida del penal, las que les ha provocado “vómitos y diarrea”.
“Sufrimos gastritis, deshidratación, bajamos de peso, estamos delgados, constantemente nos da gripe, fiebre, dolores musculares, pues las celdas son del tamaño de una aula donde existen más de 130 reos entre comunes y políticos”, relatan.
Indican que hubo un momento, en el cual todos los detenidos estaban con los mismos síntomas: tos, diarrea, vómitos, fiebre, sospechando que haya sido COVID-19.
También apuntaron que “hay plagas de cucarachas, helepates. No tenemos espacio para desentumirnos, nuestras articulaciones nos duelen demasiado. Algunos hemos pensado que nos tienen en el olvido, tanto así que quieren quitarse la vida”.
“Las requisas son constantes, otros duermen en el piso a orillas de charcos estupefactos, la estructura completamente infrahumana, las condiciones antihigiénicas nos mantienen todo el tiempo enfermos”, concluyeron.