La vicedictadora Rosario Murillo anunció una serie de tardías medidas de prevención social contra la pandemia de coronavirus en Nicaragua, lo que confirmaría que el COVID-19 ya se está transmitiendo en el país, pese a que el régimen lo niega.
La mujer de Ortega dijo que a partir de este miércoles promoverán “la distancia personal de precaución, también el uso de mascarilla”, lo que contrasta con la prohibición del régimen para los empleados del sector salud y la convocatoria a marchas.
Otras medidas que notificó Murillo es la desinfección de los autobuses, paradas de autobuses, mercados, centros de estudio, de trabajo, casas, y barrios.
De hecho, la noche de ayer ya se comenzó con la “desinfección” del mercado Oriental en Managua.
La vicedictadora cedió parcialmente con la suspensión de clases presenciales, pues comentó que autorizará clases no presenciales para los colegios privados que así lo soliciten, sin mencionar si la medida es extensiva para las escuelas e institutos públicos.
Esto último es muy conveniente para los 23 nietos de la pareja dictatorial que asisten a un colegio privado exclusivo que mantiene suspendidas sus clases presenciales desde hace varias semanas.