Nacionales · 01/10/2021

Régimen convierte Nicaragua en una “gran cárcel” para periodistas y opositores

El jefe de prensa del canal de televisión más visto de Nicaragua, Mauricio Madrigal, tenía todo listo para abordar su vuelo y viajar a Miami, donde sostendría una reunión de trabajo que tenía planificada desde semanas atrás.

Sin embargo, antes de tomar el vuelo, agentes de migración se le acercaron, le impidieron salir del país y le retuvieron su pasaporte en el Aeropuerto Internacional “Augusto C. Sandino” de Managua.

“Me dijeron que no podía salir del país, sin ninguna explicación”, dijo Madrigal a los medios y agregó que desconocía que existiera “una restricción migratoria, porque nunca fui notificado por ningún juez”.

El caso de Madrigal no es el único que se ha reportado en los últimos meses. Al menos una decena de periodistas que han intentado salir de Nicaragua han tenido problemas con las autoridades, que sin explicarles la razón les decomisan sus pasaportes.

El periodista Julio López, del medio digital Onda Local, vivió algo similar el 21 de junio cuando intentaba salir a Costa Rica para asistir a un evento privado.

López describió que al llegar a la frontera de Peñas Blancas, al sur de Managua, dos funcionarios de Migración lo esperaban. “En la lista de pasajeros había un asterisco en mí nombre. Al preguntarme el número de asiento, uno de los funcionarios dijo: “¡Este es Julito!” y me aislaron”, relató.

“Me preguntaron a dónde iba, a qué y dirección prevista. Me pidieron el pasaporte. Después de unos 20 minutos, el funcionario de Migración regresó y me dijo que no podía viajar porque había una certificación de restricción migratoria y retuvieron mi pasaporte. Sé que no soy el único periodista en esta condición”, agregó.

El común denominador con los reporteros es que en su mayoría han sido citados por la Fiscalía por el caso de lavado de dinero que se abrió contra la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, pero nunca recibieron una notificación que les avisara la restricción migratoria.

La Voz de América conoció de otros reporteros a quienes también se les prohibió salir del país que nunca habían sido citados por las autoridades judiciales y tampoco han tenido vínculos con la supuesta investigación contra de la Fundación Chamorro, pero pidieron no ser mencionados por temor a represalias.

Violan la libertad de movimiento

El reportero Cristopher Mendoza Jirón, miembro de la agrupación Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), una de las más importantes del país, afirma que la persecución contra la prensa crítica al régimen de Daniel Ortega ha escalado desde 2018.

“Lo que en Nicaragua ocurre es que hay una persecución en contra del periodismo que cuestiona la forma de proceder del régimen Ortega-Murillo y no es de extrañar que hayan puesto trabas para que los periodistas puedan circular libremente”, dijo Mendoza a la VOA.

El reportero cree que impedir a los periodistas la libre movilización “es una grave violación a los derechos humanos”, y aún más cuando se retienen pasaportes a los periodistas.

Mendoza Jirón ve a Nicaragua como una especie de “gran cárcel para los periodistas” al impedírseles la movilización.

“Esto es una medida ilegal, porque fuera de cualquier proceso judicial, de manera de facto están quitando ese derecho para la libre movilización; es un derecho humano que el régimen pone una traba más y se convierte en una violación a los derechos de las personas”, declaró.

También prohíben la salida de activistas

Pero los bloqueos de las autoridades migratorias no han quedado en los reporteros, sino se han extendido a familiares de activistas encarcelados en Nicaragua en los últimos meses.

El 2 de septiembre también se le bloqueó la salida del país a María Josefina Gurdián, una anciana de 77 años, madre de la opositora Ana Margarita Vigil, quien se encuentra detenida en una celda de máxima seguridad en Managua.

Gurdián explicó a la VOA que iba a Costa Rica a recibir un tratamiento por un cáncer que le fue detectado desde 2019, pero señala que le quitaron su pasaporte y la retuvieron por más de tres horas y media junto a una de sus hijas.

“Me dijeron que eran orientaciones de arriba y nos retuvieron los pasaportes. Nos dijeron que fuéramos a Migración a pedirlos. Fuimos y nos dijeron que no había nada. Que volviéramos hasta que ellos nos avisaran”, subrayó.

“Me imagino por ser familiar de Ana margarita Vigil y Támara Dávila ha hecho esto”, añadió.