*Por Corresponsal de Voces en Libertad
En busca de recibir gratuitamente la vacuna Moderna y Pfizer, más de 11 mil nicaragüenses, en su gran mayoría jóvenes, de diversos departamentos del país han logrado cruzar en los últimos siete días uno de los puntos ciegos del puesto fronterizo El Espino, para llegar al municipio de San Marcos de Colón, comunidad hondureña donde operan cuatro centros de vacunación.
Las autoridades de la alcaldía sanmarqueña apoyan con alimentos preparados, refrescos naturales, agua purificada, café y pan a los nicaragüenses que llegan por la primera dosis de la vacuna Moderna y Pfizer, este último inoculante destinado a adolescentes de 12 años a más.
Pero, a pesar de que hace unos días el gobierno de Orlando Hernández, aseguró que coordinarían el proceso de vacunación a nicaragüenses con el régimen de Daniel Ortega, quienes tratan de acceder al proceso de inmunización en Honduras se encuentran con serios obstáculos.
Funcionarios sandinistas de aduana mantienen cerrado el puesto de control de la frontera en El Espino, obligando a las personas a tener que realizar su travesía por el punto ciego conocido como “Los Lavanderos”, una trocha de unos tres kilómetros que se recorre en unos 25 minutos a pie.
Los pocos nicaragüenses que intentaron cruzar la aguja del puesto fronterizo El Espino denunciaron las arbitrariedades de las autoridades aduaneras para aprobar su ingreso a San Marcos de Colón. “A mí me dijeron que si cruzaba por el puesto de control de aduanas tenía que hacerme la prueba y pagar 50 dólares, a pesar de que les dije que iba a regresar vacunado de Honduras”, dijo don Elmer Enrique Balmaceda Rodríguez, de 56 años, originario de la ciudad de Matagalpa.
Martha Beatriz Ordoñez, del sector 16 de la ciudad de Somoto, quien llegó acompañando a sus nietos para que se vacunaran, reconoció lo ordenada que ha sido la jornada de inoculación en San Marcos de Colón. “Aquí está bien organizado todo, en Nicaragua es un solo molote y relajo que se arma para vacunarse”, precisó.
Por su parte, el joven Denis Báez, de 16 años, poblador de Madriz, destacó que la atención fue excelente y agradeció la oportunidad que le dieron para ponerse la primera dosis de la vacuna contra el COVID -19. “Me dejaron la cita para el 19 de noviembre para ponerme la segunda dosis de la vacuna Moderna”, apuntó.
En Nicaragua, el período entre la primera y segunda dosis es mucho más largo. Datos de World in data refieren que solo el 5.41% de la población de Nicaragua tiene el esquema completo de vacunación.
Martha Isabel Montenegro Avilés, de 16 años vive en Estelí y relató porque prefirió cruzar a Honduras a aplicarse la vacuna. “En Estelí, primero lo hacen amanecer en la calle y segundo son unos abusivos haciendo campaña con las vacunas que regalan otros gobiernos. Aquí ni siquiera nos obligan a agradecerle al gobierno de Honduras”, expresó.
Funcionarios del Estado entre los vacunados en Honduras
Durante la vacunación gratuita en Honduras, altos funcionarios sandinistas de algunas instituciones del Estado y de la alcaldía del municipio de Somoto, se les ha visto poniéndose las vacunas en los puestos de salud que habilitó el gobierno de Honduras. Asimismo, familiares de estos han acudido a inocularse con las dosis de Moderna y Pfizer.
En cambio, el lunes de esta semana se registraron algunos altercados en centros de vacunación de Somoto, porque las personas que habían madrugado para estar en los primeros lugares eran desplazados por funcionarios de la alcaldía o del Ministerio de Salud, (Minsa) y hasta por dirigentes del partido sandinista, lo que fue generando molestia e indignación de muchos ciudadanos somoteños.
Hondureños piden a Ortega facilite el proceso
Desde hace más de un mes que las autoridades de la alcaldía de San Marcos de Colón gestionaron con el gobierno de su país unas 20 mil dosis de las vacunas Moderna y Pfizer, para solidarizarse con los nicaragüenses que buscan desesperadamente inmunizarse contra el Covid 19.
“Como gobierno local se gestionó con el señor presidente (Juan Orlando Hernández) los inoculantes para los hermanos nicaragüenses”, dijo Jorge Espinales, vicealcalde de San Marcos de Colón, quien lamentó que las autoridades de Somoto no faciliten el acceso por el puesto fronterizo El Espino.
“Es lamentable que nosotros hemos hecho esfuerzos para mantener coordinaciones entre las autoridades locales del municipio de San Marcos, Honduras, y del municipio de Somoto, en Nicaragua, para apoyar a ambos pueblos en sus necesidades, pues estos últimos no pusieron interés por cuestiones políticas. Nosotros vamos a seguir haciendo esos esfuerzos por unir a nuestros ciudadanos para beneficio común”, puntualizó el funcionario hondureño.
“En las semanas en que hemos mantenido las jornadas de vacunación contra el coronavirus han llegado más nicaragüenses, en su gran mayoría jóvenes, y nos han dicho que vienen de varios departamentos del norte de Nicaragua”, expuso Espinales, agregando que se gestionan más dosis de vacunas Moderna y Pfizer, “para inmunizar a nuestros hermanos vecinos”.
Rosario Bustillo Balladares, funcionaria de la municipalidad de San Marcos de Colón explicó que se han organizado grupos de jóvenes hondureños para apoyar a los compatriotas nicas. “Nosotros somos solidarios como hondureños con nuestros hermanos nicaragüenses, entregándoles agua, café, alimentos y jugos con fondos propios de la alcaldía de esta localidad”, señaló.
“Como hondureño le hago un llamado al gobierno de Daniel Ortega y a su mujer Rosario Murillo de que habrá un puesto fronterizo para que los hermanos nicaragüenses puedan pasar a vacunarse. Que no sean inhumanos obligándolos a caminar por trochas incómodas y peligrosas”, dijo Saúl Rivera Tercero, habitante de San Marcos.
A esta zona y ante la difusión del mensaje de Honduras de abrir sus puertas a los nicaragüenses que deseen vacunarse, miles de personas, entre esos muchos jóvenes, viajan en vehículos privados o buses del transporte interurbano desde los departamentos de Managua, Masaya, León, Matagalpa, Estelí, Nueva Segovia y Madriz para quedarse en hoteles y hostales de Somoto y lograr acceder al beneficio que no logran en su propio país.