El régimen de Daniel Ortega anunció hoy que a partir del 1° de julio la tarifa energética se reducirá un 3%. La cifra resulta una burla tomando en cuenta que desde 2019 la energía eléctrica en Nicaragua ha aumentado casi un 20%. A esto se suma los montos excesivos que cobra la distribuidora Disnorte-Dissur.
“Las familias nicaragüenses gozarán de una reducción del 3% en la tarifa eléctrica, lo que además de beneficiar a los usuarios del servicio de energía, contribuye a garantizar la estabilidad técnica y económica del sector eléctrico”, reza un comunicado publicado en medios orteguistas.
Según con el comunicado, a la nueva tarifa de energía eléctrica no se le aplicará el deslizamiento del córdoba con respecto al dólar, por un periodo de seis meses.
“El MEM y el Instituto Nicaragüense de Energía (INE), continuarán realizando estudios y tomando las medidas necesarias para la reducción de precios y seguir promoviendo el bienestar de todos”, agregó el documento.
Desde abril varias cámaras empresariales integrantes del COSEP e incluso AmCham habían demandado a las autoridades a revisar la tarifa eléctrica y ajustarla a la realidad del país y en función de la evolución y a la disminución del petróleo WTI de referencia para Nicaragua.
A través de un comunicado conjunto, la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN), CANATUR, CADIN, ANIFODA, INDE y APEN, expresaron que el año pasado el incremento del precio de la energía eléctrica a lo largo del año fue de alrededor del 20%, lo que impactó negativamente a la ya debilitada economía de Nicaragua, afectando a todos los sectores productivos del país, pero sobre todo al sector domiciliar al cual se le agregó la disminución de los subsidios.
El ajuste que las cámaras demandan es del 15%-20% menor, para regresar al precio que existía antes del año 2018.