El medio de comunicación denunció que Kevin Martínez retornó de Costa Rica a dónde se había refugiado a finales de diciembre del 2022, luego de sufrir golpes en un primer arresto perpetrado por los uniformados del régimen.
El medio de comunicación costarricense TicaVisión, denunció este miércoles que su colaborador Kevin Martínez, fue detenido por la Policía sandinista al momento que se encontraba visitando a sus familiares en su pueblo natal Diriomo, departamento de Granada.
Martínez retornó al lugar que abandonó el 31 de diciembre del año 2022, luego de ser golpeado y detenido por agentes policiales al momento que cruzaba el Parque Central, tras ser acusado de ser “tranquero”, apodo que le daban los fanáticos del régimen a quienes apoyaron protestas y tranques durante la rebelión cívica de 2018 contra la dictadura Ortega-Murillo.
“Nuestro colaborador, camarógrafo y monaguillo Kevin Martínez, se encontraba de visita en su patria Nicaragua, visitando a sus familiares, cuando sin mediar y sin portar ninguna orden judicial, fue secuestrado por la policía sandinista, y encarcelado, acusado de subversivo”, resaltó TicaVisión en su denuncia en redes sociales.
Sus colegas del medio costarricense que le apoyaron en su exilio forzado, responsabilizan al régimen de Daniel Ortega de su secuestro, al igual que lo hacen responsable de los vejámenes que pueda sufrir en la cárcel.
Cayó en trampa de represores
En su denuncia, TicaVisión recuerda que miembros de la Policía sandinista, visitaron hace meses casas de los familiares del camarógrafo de 17 años, pidiéndoles disculpa por el hecho violento ocurrido en diciembre del año pasado, y les hicieron saber que podía retornar a su patria e incorporarse a sus labores de monaguillo, sin amenazas de ser detenido.
Eso lo hizo confiarse y Kevin decidió retornar a su pueblo para ver a su familia. Ahora la situación empeoró, porque desconocen el paradero del joven. Solo tienen la certeza, que policías se lo llevaron.
Gente cercana al monaguillo, recuerdan que él había recibido amenazas de cárcel de parte del Comisionado Ramón Avellán, cuando llegó en búsqueda del sacerdote Manuel García, de la parroquia Jesús Nazareno de Nandaime.
Desde su niñez, Kevin Martínez, abrazó la fe católica, que fue inculcada por su abuela. Su primer servicio fue en el grupo de monaguillos en la parroquia de Candelaria de Diriomo, luego prestó sus servicios en la pastoral de comunicación, donde realizaba el trabajo de camarógrafo en la transmisión de la misa.
Vivió de cerca la represión contra curas
En su servicio a la iglesia conoció a muchos sacerdotes, entre ellos al padre Manuel García de la iglesia Jesús Nazareno de Nandaime, quien hoy forma parte del grupo de sacerdotes detenidos de la iglesia católica, como parte de la persecución que el régimen desató contra jerarcas por denunciar la violación sistemática de derechos humanos en el país.
El 31 de mayo del 2022, el camarógrafo Kevin Martínez, se encontraba resguardando la casa cural luego que sucediera el altercado, donde supuestamente el padre Manuel García había agredido una mujer, y fanáticos del régimen se apostaron en los alrededores del templo de la iglesia Jesús Nazareno de Nandaime con la intención de interpelar al religioso.
Este joven se había exiliado en Costa Rica al igual que miles de nicaragüenses que huyeron del régimen. Salió solo con la ropa que llevaba puesta y con un poco de dinero para subsistir algunos días, con la esperanza de retornar a una Nicaragua en democracia.
Martínez había dicho que tenía intenciones de volver para continuar su trabajo en la iglesia y un día ingresar al seminario para formarse como sacerdote. Pero ahora se encuentra atrapado en las cárceles del régimen de Ortega, sin que sus familiares conozcan en qué condiciones.