Opinión / Ensayos · 19/04/2021

Respecto a la salida electoral: “El cambio de amo no es fuente de libertad ni de bienestar”. R. Magón

*Por Fanor Alguera

Saliendo Ortega no se asegura que para las personas más pobres de este país, que viven con el salario mínimo de 126$ o el +70% en la informalidad, vaya a mejorar su calidad de vida.

A corto plazo no se asegura justicia, para la justicia institucional de cárcel y castigo hay que reformar las mismas instituciones del régimen, la CSJ, la policía y el sistema penitenciario, y nada asegura que el FSLN va a dejar hacer eso sin presionar.

No se asegura mejorar las condiciones laborales o el salario mínimo. Para las condiciones laborales es importante los sindicatos y las calles como medio de presión, sindicatos de momento comprados por el frente o por la empresa privada. Para subir el salario mínimo se requiere un acuerdo tripartito, FSLN, empresa privada y sindicatos (controlados por los dos anteriores), como la oposición AyB depende en gran medida de las cámaras empresariales que pactan con Ortega, no se habla de salario mínimo; tampoco las organizaciones «más combativas» -asi, entre comillas- emplazan a la empresa privada por un paro nacional estratégico. «No podemos pelearnos con la empresa privada» dicen temerosos a que el COSEP los dejé (aunque los ha dejado colgados muchas veces).

Estás dos cosas expuestas indican que ninguna propuesta asegura una mejoría en la calidad de vida para les trabajadores que viven del día a día. Sin embargo, la CONTINUIDAD directa de Ortega si representa un empeoramiento de las condiciones de vida de las personas más pobres. La dictadura es clasista, dígame usted ¿cuántas personas muertas hubieron de clase media o alta? ¿Cuántos presos de clase media o alta? ¡Son contados con los dedos de las manos!

Los asedios, encarcelamientos y torturas se viven en los barrios y comunidades más pobres con mayor magnitud ¡Y peor si venís de una familia de combatientes históricos! ¡La traición se paga caro!

Las elecciones más que un fin, pueden ser una ventana, un pistolazo de salida, porque las movilizaciones no se mantienen solo de indignación fuera de los momentos de excepcionalidad y muchas personas están recargando fuerzas -y dinero-.

NO confío en el proceso electoral, NO confío en los candidatos, NINGUNO representa un cambio estructural. Por eso, en el caso de que se den elecciones mínimamente creíbles, mí voto será CONTRA Ortega y no por ninguna opción, porque en un cambio de gobierno, nos veremos en la calle protestando contra ellos también ¡Y vamos ver si nos sacan a la policía!