Opinión / Ensayos · 16/11/2020

RUBÉN DARIO ERA TODO UN PATRIOTA

*Hugo J. Vélez Astacio

Rubén Darío que como genio era un Poeta integral; siempre contribuyó a nuestra identidad nacional. Era un patriota que amando a su patria aportó a la nación, no a los gobiernos. De pensamiento liberal sin partidarismo alguno, abominaba a los politiqueros propios de individuos sin estima, sin criterios, caracterizados ser sumisos cínicos indeseables. La política mal entendida que apasiona, embrutece.

Sobre el papel de los ESTADISTAS, afirmó:

“El hombre de Estado cumplirá como bueno sus tareas, y su discreción y su conocimiento de los grandes asuntos en que habla de ejercitar su pericia no han de quitarle, ni la vivacidad ni la frescura del ingenio, ni el pensamiento creador, ni el intellectto d´amore para su pasión artística”.

Como decíamos abominaba la demagogia politiquera, por lo de las TURBAS, las tales famosas e indeseables turbas se refirió:

“Eso es obra de locos corrompidos: llevar las turbas a que despedacen las puertas de los almacenes, y roben primero, y lo den todo al fuego después; conducirles a las tabernas y bodegas para que se emborrachen y así redoblen sus inmoralidades. La muchedumbre va por la calle gritando amenazante, beoda, brutal, feroz”.

Cuanta verdad tenía Ruben, pero si viera como las manipulan ahora, volvería a morirse al saber que hoy las ocupan de instrumentos políticos para no solo para saquear, robar, desestabilizar, sino reprimir y hasta asesinar sin piedad.

Y de los candidatos a cargos públicos no podía dejar de referirse. De estos CANDIDATOS vertió los siguientes conceptos: “no querría que se creyese que todos los candidatos son farsantes. Pero juzgo que a la mayor parte les falta sinceridad. Pues yo llamo sincero aquel que, dándose cuenta de los que significa su mandato, no disfraza la verdad exagerando el bien, paliando y velando el mal; a aquel que no promete sino lo puede cumplir, y que lo promete porque está resuelto a ponerlo en práctica enseguida; a aquel que lucha por un ideal”.

Como poeta fue el emperador del verso castellano en cuyo imperio no se ponía el sol. Ego et Tempus. (tiempo y yo).

Era un aristócrata de la palabra y su poesía no era para las multitudes, “por la profundidad de su significación, por el vocabulario mitológico y los alcances esotéricos y panteístas que hay en gran parte de la misma”. “Pensó, sintió y vivió como un aristócrata de cepa castiza. Huyo de toda ramplonería y vulgaridad en la expresión y en las costumbres. Darío fue el artista en la acepción más completa de la palabra, porque hizo del arte un medio de su vida y un vehículo de profundas consecuencias”. (A.R.H.)

Hablar de Darío es referirse a su genialidad poética, es considerar al vate enamorado del ensueño, al caudillo y líder intelectual de un movimiento modernista de amplia libertad literaria y divorciada de anquilosados preceptos académicos, que libero la lengua española no solo en América, sino en la madre patria.

Cuanta actualidad tienen. Qué piensa ustedes amigos?

Lunes 16 de noviembre del 2020.