Los sacerdotes nicaragüenses Ramiro Tijerino y Óscar Benavides, ambos excarcelados el 9 de febrero y desterrados en Estados Unidos por el régimen de Daniel Ortega, llegaron el domingo pasado a la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte, según reporta el medio Catholic News Herald.
Tijerino, fue recibido con abrazos y lágrimas de sus familiares y amigos en el Aeropuerto Internacional Charlotte-Douglas. Mayra Tijerino, hermana del sacerdote fue a recoger a su hermano y a su compañero Benavides.
“Hubo algunos meses difíciles, pero gracias a Dios y las oraciones de esta parroquia (St. Matthew en Charlotte), nos dieron la fuerza para aguantar”, dijo Tijerino.
Benavidez también fue abrazado como si fuera de la familia. “Dios bendiga a la parroquia”, dijo. “Estoy agradecido con esta diócesis, con la parroquia y con los fieles cuyas oraciones nos sostuvieron”, añadió.
Ambos sacerdotes dijeron que no fueron maltratados físicamente en prisión, pero notaron estrés emocional y psicológico causado por tácticas como dejar las luces encendidas durante dos meses seguidos y luego apagarlas durante un mes.
“Nos dieron comida”, dijo Tijerino, “y la atención médica no fue la mejor, pero estuvo ahí”.
El Padre John Allen, administrador parroquial de la parroquia de St. Matthew, abrazó a sus compañeros sacerdotes y se comprometió a ayudarlos en todo lo que necesitaran. Ha hecho arreglos para que un médico vea a ambos sacerdotes durante la próxima semana y está planeando una Misa de Acción de Gracias en un momento apropiado.
“Hoy es un día feliz para su familia y amigos, y esperamos celebrar con ellos en St. Matthew”, dijo Allen. “Como testimonio del poder de la oración, seguiremos orando por el obispo Álvarez que sigue preso y en peligro”.
El obispo Rolando Álvarez de Matagalpa, se negó a abordar el vuelo del 9 de febrero que transportaba al grupo de presos políticos a Estados Unidos. En represalia fue llevado a la cárcel La Modelo y un día después condenado a 26 años de prisión por falsos delitos.
“Estoy agradecido con Dios por traerme aquí y estoy feliz de ver a mi familia”, dijo Tijerino. “Sabía que los volvería a ver, simplemente no sabía cuándo”.
“Quiero agradecer a la comunidad católica de Charlotte por sus oraciones de apoyo para mí, y espero que recordemos y sigamos dando fuerza a los presos que quedan en Nicaragua”, agregó.