Nacionales · 17/07/2020

Sergio Marín Cornavaca: “Daniel Ortega es el principal traidor de la revolución”

El periodista Sergio Marín Cornavaca, expresó sus consideraciones sobre el triunfo de la “Revolución Sandinista” ocurrida en julio de 1979, época en la que él era un joven bachiller que se integró al llamado que hiciera el sandinismo cuando vendió la promesa de un “paraíso terrenal” como “la justicia social, progreso económico, inclusión, democracia, paz y bienestar”, algo que resultó catastrófico con otra nueva dictadura, la de los Ortega-Murillo.

Para Marín, miembro del grupo de Periodistas y Comunicadores Independiente de Nicaragua (PCIN) y director de La Mesa Redonda, el sandinismo dejó una deuda enorme con los nicaragüenses que se lanzaron contra la dictadura de Somoza, sacrificando su sangre por una Nicaragua libre, mientras que los altos mandos del FSLN gozaron de las piñatas y traicionaron los ideales de esa revolución, entre los traidores está Daniel Ortega.

Periodista Sergio Marín Cornavaca / Foto cortesía VOA

A continuación, publicamos declaraciones que el licenciado Marín hiciera a Radio Darío, emisora de la ciudad de León.

Pregunta: ¿Podemos considerar que la Revolución Popular de 1979 en Nicaragua fue traicionada por la cúpula del partido FSLN? 

Respuesta: Mi generación, la generación de jóvenes que vimos el proyecto revolucionario como una alternativa capaz de transformar la podredumbre de la cúpula de todos los niveles, la cúpula política, la cúpula empresarial, y todos los chanchullos que se daban ahí que impedían el crecimiento de la economía y cuartaban las libertades esenciales de los nicaragüenses, vimos que la revolución en aquel momento 1979 era propuesta más que realizable, una propuesta decente, nos ofrecieron el paraíso terrenal.

Sin embargo, muy pronto esa dirigencia política entró en los vicios de las cúpulas del poder históricas, se transformaron estos muchachos llenos de ideales que nos proponían transformar nuestra conciencia, eso obró en ellos una especie de metamorfosis. Se casaban con las mujeres de la burguesía, buscaban las casas de los burgueses, entonces no hubo un predicamento con ejemplo, sino que había una especie de buscar el sacrificio en los otros mientras ellos vivían una vida de opulencia al margen de los problemas más sentidos de la gente.

Eso para nuestra generación significó una verdadera traición de los ideales de la revolución. Daniel Ortega es el principal traidor de la revolución, y los otros comandantes también, todo el aparato que los acompañó que de una u otra forma contribuyeron a ese proceso de descomposición de lo que ese momento fue considerado un proyecto de fondo.

La juventud dio su vida, obtuvimos un país totalmente desbastado, con unas piñatas donde los dirigentes encumbrados de la dirección nacional, como los cuadros intermedios ya sean políticos y militares se enriquecieron. Unos más responsables que otros, unos más culpables que otros, pero todos participaron y la gran pérdida fue la de la juventud.

Nicaragua se vio dividida, polarizada donde la familia nicaragüense estaba en un proceso de contradicción terrible en el seno de cada familia. El odio llegó a extremos sumamente peligrosísimos. Aquí la divulgadora del Ejército Popular Sandinista, era hermana de la divulgadora de la Contra, y en las familias de buenos apellidos también había esa división. Eso se reflejaba también en las familias que no tienen ese “abolengo”, las familias sencillas.

El legado de la revolución a la participación de los jóvenes, tiene una enorme deuda con la juventud, una juventud que quedó empobrecida, que no tuvo la oportunidad de acceso a educación y salud, una juventud que no tuvo un proceso de reinserción en la sociedad. Ahí están los mutilados, los que perdieron brazos y piernas, lo único que les ha quedado son los dolores y las enfermedades crónicas, y esos son los pobres miserables que allí andan defendiendo por 200 pesos el proyecto revolucionario que solamente existe en sus mentes, mientras los hijos del dictador exhiben carros, casas, mujeres y relojes con valor de 50 mil dólares.

Pregunta: ¿Cómo hacemos para no permitir que se traicione la revolución de abril de 2018?

Respuesta: Nuevamente la juventud está en la encrucijada, nuevamente la juventud se alzó para defender al anciano, para defender a aquellas personas que estaban siendo vulneradas por el sistema opresor de la dictadura de Daniel Ortega, una juventud ya millennials que tiene ciertas características, por ejemplo, tiene una conciencia ecologista, tiene una conciencia tecnológica y tiene un derrotero que no es el mismo de la juventud de los años 79 o inicios de esa década de los 80. Esta juventud quería y quiere lo mejor para ellos y postergaron sus sueños individuales, por un sueño colectivo, liberarse nuevamente de la opresión de una dictadura de izquierda, porque ya los jóvenes como yo habíamos contribuido a terminar una dictadura de derecha.

Entonces el pueblo sencillamente no estaba al margen de las vicisitudes sociales, yo creo que la gran tragedia es que aquí, pueden algunos actores políticos traicionar también la participación de los jóvenes que entregaron su sangre para que esto tuviera un cambio sustancial, no lo que algunos analistas han manifestado que esto es un cambio cosmético donde se trata de cambiar al presidente por otro presidente.

Se deben hacer cambios estructurales que pasen por cimentar verdaderamente los valores de la democracia, que son los derechos humanos, los derechos universales de la gente y que están consagrados también en la Constitución Política, de la cual Daniel Ortega como dictador se ha servido y la ha violado sistemáticamente, aún aquellas reformas que él mismo ha alentado.

Hacer un llamamiento a los jóvenes que no se dejen arrebatar este proyecto, que no sean tontos útiles que solamente ponen su esfuerzo y sacrificio. Tienen que ser beligerantes, pero beligerantes también con una claridad absoluta, que la persona adulta con experiencia les puede ayudar como mentores para entiendan los fenómenos políticos y sociales. No es solo con el músculo de la juventud, también se requiere de la inteligencia y concurso de todos. Aquí es un proyecto intergeneracional el que debe prevalecer, no solamente el de viejos excluyendo a los jóvenes, y el de jóvenes excluyendo a los viejos. Sí, creo que hay viejos que tienen muchas mañas feas, pero también hay jóvenes que tienen esas mañas viejas. De lo que se trata es de buscar a viejos y jóvenes con mejores posibilidades. Aquí los buitres de siempre van a chuparle la sangre a los jóvenes, van a utilizarlos y ellos van a quedar en el poder si no se ponen las pilas los jóvenes”.