Nacionales · 15/03/2022

Familiares de presos políticos agradecen “labor humanitaria” del nuncio Sommertag, expulsado de Nicaragua

Los familiares de las personas presas políticas en Nicaragua, agradecieron este martes la “labor humanitaria” del Nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, quien, según informó el Vaticano, fue expulsado el pasado 6 de marzo por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Los familiares de las y los presos políticos lamentamos la forma abrupta y dolorosa en que S.E. Mons. Sommertag fue forzado a abandonar su misión como Nuncio Apostólico en Nicaragua y dejar el país. Aseguramos al Santo Padre que esta decisión unilateral no expresa nuestro sentir como personas devotas y respetuosas”, dijeron los Familiares de presos políticos en El Chipote desde mayo 2021, la Organización de Víctimas de Abril (OVA) y el Comité Pro Liberación de Presas y Presos Políticos de Nicaragua.

Reconocemos y agradecemos toda la labor humanitaria que S.E. Mons. Sommertag realizó en nuestro país durante su permanencia y particularmente todas las gestiones en favor del respeto y la liberación de las personas presas políticas hasta el día de hoy”, agregaron.

El Vaticano informó el sábado 12 de marzo, sobre la expulsión de su representante en Nicaragua, que considerógrave e injustificada”.

La Santa Sede ha recibido con sorpresa y dolor la comunicación de que el Gobierno de Nicaragua ha decidido retirar el beneplácito (agrément) a S.E. Mons. Waldemar Stanislaw Sommertag, Nuncio Apostólico en Managua desde 2018, imponiéndole que dejara inmediatamente el País después de notificarle esa medida”, se lee en un comunicado.

Según el medio Confidencial, la salida de Sommertag se fraguó como consecuencia de al menos cuatro incidentes provocados por el régimen. Los dos más relevantes fueron que el Nuncio usó en una entrevista la expresión “presos políticos” para referirse a los opositores que son juzgados a puertas cerradas en la prisión de El Chipote, lugar donde sufren malos tratos y torturas.

El otro encontronazo fue que el nuncio no asistió a la aislada toma de posesión de Ortega y Murillo el pasado 10 de enero, ya que viajó a Roma. Ambas cuestiones generaron fuertes reclamos del régimen.

Sommertag era uno de los pocos intermediarios que quedaban en Nicaragua entre el orteguismo y la oposición, entre ellos familiares de las víctimas de la represión. No obstante, Monseñor Carlos Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) señaló —tras la salida intempestiva del nuncio— que las relaciones entre el régimen de Ortega y el representante del papa Francisco se habían deteriorado.

Otro detalle hilarante que causó la furia de los Ortega Murillo fue que, en febrero pasado, de acuerdo con el relato de fuentes diplomáticas, Sommertag organizó una despedida al embajador de Colombia, Alfredo Rangel Suárez, quien fue expulsado por los Ortega-Murillo y declarado non grato ese mismo mes.

En noviembre pasado, Ortega anuló por decreto la figura de “Decano del Cuerpo Diplomático”, que desde el año 2000 correspondía al Nuncio Apostólico, el representante de la Santa Sede.

Los familiares de presos y presas políticas pidieron a Sommertag “poder seguir contando con sus oraciones y apoyo, desde donde se encuentre, para velar por los derechos humanos y la dignidad de los nicaragüenses. Deseamos de corazón que cualquiera que sea su nuevo oficio le colme de satisfacción, paz y bendiciones”, concluyeron.