Casi todos los miembros de la delegación del Congreso de Estados Unidos desde Massachusetts están pidiendo que el presidente Donald Trump sea destituido de su cargo después de que sus seguidores irrumpieran en el Capitolio el miércoles en un intento de revocar los resultados de las elecciones de 2020.
Al culpar directamente a Trump por los disturbios, todos los miembros de la delegación, excepto el representante Stephen Lynch, pidieron públicamente que Trump fuera destituido ya sea por la 25a Enmienda o por juicio político.
Calificando la situación de “peligrosa e inaceptable”, la representante Ayanna Pressley dijo que el juicio político debería ocurrir de inmediato.
La representante Lori Trahan agregó: “Creo que el gabinete debería invocar la Enmienda 25 y destituirlo de su cargo. Y si son demasiado cobardes para hacer eso y enfrentarse a él, el Congreso debe avanzar con los artículos de juicio político de inmediato”.
Los llamados se producen cuando algunos dentro de la propia administración del presidente han tenido discusiones informales sobre la posibilidad de invocar la Enmienda 25, según NBC News.
Según la Enmienda 25, se necesitarían tanto el vicepresidente Mike Pence como la mayoría del gabinete para declarar al presidente no apto.
El Congreso también podría destituir al presidente mediante un juicio político si hay una mayoría de votos en la Cámara de Representantes. El senado también tendría que celebrar un juicio y condenarlo para que eso suceda.
Todo esto ha sucedido ya que el país está a menos de dos semanas de que el presidente electo Joe Biden juramente como próximo presidente.
Hay dos formas de destituir a un presidente de su cargo: el impeachment (juicio político) y la 25a enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. En cualquier escenario, el vicepresidente Mike Pence se haría cargo hasta la toma de posesión de Biden.
La 25ª Enmienda, ratificada en 1967 y adoptada tras el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963, trata de la sucesión presidencial y la discapacidad.