Destacados / Nacionales · 21/02/2024

Médicos nicaragüenses de hospitales públicos denuncian agotamiento: “Hacemos turnos hasta de 31 horas”

Médicos que laboran para el sistema de salud en Nicaragua denuncian turnos prolongados y la falta de especialistas en los diferentes hospitales del país, debido a la politización del régimen de Daniel Ortega, lo que está provocando el agotamiento físico de los galenos.

Hay cansancio en la sala de emergencia del hospital “Manolo Morales Peralta” de Managua. El personal médico dice sentirse agotado y se queja en voz baja porque hacerlo diferente, significaría un despido seguro. Mientras que los familiares de los pacientes, también se quejan a causa que la atención deficiente. 

Tal vez los médicos no tengan culpa, pero la vida de la gente está en juego”, dice don Ernesto, que llevó a su mamá al centro médico con azúcar alterada. “A veces uno se expone al maltrato y no debe ser así, entendemos, hay estrés, pero uno viene con su problema de salud”, dice para sustentar su crítica. 

El 28 de enero pasado, la sala de emergencia del centro médico de referencia nacional se convirtió en un caos. Los familiares de varios pacientes casi llegaron a los golpes con el personal de seguridad del hospital.

Todo comenzó porque los médicos sacaron a familiares de los pacientes y hasta hubo empujones, que dicen que están muy cansados, que hacen turnos seguidos y que no dan abasto, pero la gente no tiene la culpa de eso”, señala la familiar de un paciente que buscaba atención. 

“Hay presión”, admiten médicos  

Un médico que trabaja en el sistema público de salud del país, admite que “hay problemas”, pero los justifica diciendo que el personal médico es forzado por el Ministerio de Salud (Minsa), a realizar turnos de más de 24 horas y a eso hay que  sumarle el “exceso de pacientes” que reciben en los hospitales.

No solo pasa en ‘el Manolo (Morales)’. Últimamente los médicos estamos sometidos a una presión bárbara en todos los hospitales, hacemos turnos hasta de 31 horas. Estoy cansado. Muchos médicos han renunciado a laborar en hospitales públicos por la carga laboral y no se reponen los que se han ido”, explica el internista que pide no ser identificado. 

De acuerdo con el profesional de la salud, en los últimos años, después que Daniel Ortega y Rosario Murillo se atornillaron más al poder y ordenaron cooptar hasta el manejo de la salud de los nicaragüenses, varios especialistas dejaron los centros médicos estatales.

Muchos se han ido del país y otros a hospitales y clínicas privadas porque la politización es brava”, comenta el especialista. 

Mal uso de equipos médicos

En el hospital “Manolo Morales Peralta”, la sala de emergencia está remodelada. Las camillas son nuevas y están en buen estado. Lo inusual es que a veces no hay camilleros y es el mismo guarda de seguridad, quien apoyado por los mismos familiares de pacientes, ayudan a ingresar a las personas que llegan más graves. 

Los familiares de pacientes cuentan que los mismos médicos, les han confiado que están agotados.

’Por favor sea paciente’, me dijo un doctor que miraba a mi mamá. Yo pienso que eso más bien pone en peligro a quienes llegan a buscar ayuda médica”, comentó otro familiar de paciente. 

No solo se daña al enfermo, al personal médico, también a la inversión que se ha hecho para tener instalaciones buenas y modernas, porque el personal ve esto no como un trabajo, sino como un yugo, una carga pesada”, dice el internista. 

Y puede que no exagere. Una de las paredes recién remodeladas de la sala de emergencias de ese centro médico en Managua, se encuentra dañada después que un enfermero, molesto, estrellara una camilla. El mismo personal confirmó que el incidente ocurrió durante un momento de molestia del funcionario. “Es que hay mucho estrés”, dice el médico. 

Médicos retrasan atención

Doña Javiera Martínez, originaria del municipio de Tipitapa llegó con uno de sus hijos en estado de gravedad. Al llegar, la señora suplicó una rápida atención a su condescendiente, una presión arterial alta y glucosa elevada, lo tenían al borde del colapso. 

Mi hijo vino con los ojos rojos, la presión arterial en 180 y el azúcar la traía en 220. Él me decía que sentía hormigueo en el cuerpo y en la cara, lo traigo y el de Clasificación (de pacientes) me dice que pase directo al área de Choque y de ahí, uno de los médicos todo odioso me regresó con mi hijo al área de Clasificación, no lo quiso atender y hasta me peleé con los médicos por negarme la atención de emergencia que buscábamos”, se quejó doña Javiera.

La misma situación de retraso la vivió otra familia, quienes aseguran que una madre murió en el área de choque por una atención tardía.

Mi madre vino con diabetes descontrolada. Venimos y no le tomaron la presión arterial, ni la toma de glucosa, como a los 20 minutos de haber ingresado, mi mamá murió en el área de emergencia”, dice entre el dolor y la ira, una señora originaria de Managua.

Sistema de salud empeora 

Un médico exiliado y opositor al régimen de Daniel Ortega bajo la condición de anonimato por temor a que persigan a sus familiares, calificó de grave la falta de médicos en los hospitales públicos.

Recordó que en medio de la pandemia, más de 400 médicos fueron despedidos por el Minsa para silenciar las denuncias sobre lo mal que manejaron la emergencia. Otra cantidad similar fue perseguida por los eventos de 2018, de modo que  a su criterio, los hospitales han sufrido “una hemorragia importante” de especialistas. 

El sistema estatal sigue perdiendo médicos y la primera causa por la que los médicos están renunciando, es porque ya no aguantan la presión política, les exigen ir a ferias de la salud en horarios libres y esos días no los pagan. Están abusando de los especialistas. También los médicos son obligados a asistir a marchas gubernamentales”, acusó el galeno.

La otra situación que desmotiva a los médicos a trabajar en el Ministerio de Salud, agregó, “es el bajo salario que devengan”, lo que les obliga a “buscar plazas en centros privados”.

Muchos médicos salieron del país en busca de una mejor calidad de vida y huyendo de la persecución y el manoseo político. Uno no pasa años preparándose para ondear banderas, lo hace para salvar vidas”, dijo el profesional exiliado.