Opinión / Ensayos · 16/06/2021

Nicaragua país de riesgos e inestabilidad

*Por Oscar-René Vargas | 16 de junio de 2021.

1.        La revista “The Economist” ubicó a Nicaragua en el ranking de países más riesgosos para hacer negocios y con mayor inestabilidad política de América Latina y el Caribe. El primer puesto se lo llevó Venezuela, seguido por Nicaragua y Haití, teniendo repercusiones y cicatrices económicas duraderas para la inversión productiva.

2.        En el informe titulado “Populismo y política: el riesgo operativo en América Latina”, Nicaragua se ubica con 65 de 100 puntos en el grupo colero de la región, superado inclusive por Haití. Venezuela obtuvo 86 puntos mientras Haití tiene 63 puntos.

3.        En Nicaragua existe una combinación de alto riesgo político electoral, riesgo económico y riesgo político/gobernabilidad de las inversiones. El alto riesgo político se expresa en:

4.        a) No hay un ambiente propicio para la inversión por las posibles sanciones, las decisiones equivocadas, la permanente represión y detenciones arbitrarias ejecutadas por el régimen, lo cual asusta a los mercados y a los inversores, tanto internos como externos; lo que produce los altos grados de inseguridad por los elevados niveles de delincuencia y la influencia del narcotráfico.

5.        b) Falta de estabilidad, si bien las protestas sociales mermaron por la represión, los riesgos de nuevos disturbios sociales siguen latente, ninguno de los problemas que han impulsado el profundo descontento con el desempeño del régimen -incluyendo el aumento de la corrupción, el malestar económico y aislamiento internacional-, han sido abordados.

6.        c) Falta de eficacia política para resolver las cinco crisis en la que está inmersa el país erosionando la legitimidad del régimen tanto a nivel nacional como internacional, comenzando por no permitir la realización de elecciones transparentes por temor a que la mayoría de la población se manifieste a favor de un cambio en la cúpula de poder.

7.        Todos estos factores dificultan la capacidad del régimen para hacer frente a estos desafíos y, por lo tanto, los riesgos y la inestabilidad de los negocios crecen cada día lo que limita las posibilidades de nuevas inversiones nacionales y extranjeras.