Opinión / Ensayos · 10/09/2021

Una situación confusa al interior de la OEA

*Por Oscar René Vargas

La cancillería mexicana informó ayer que el próximo 18 de septiembre se celebrará una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), cuyo cometido central será decidir si se emprende una reforma de la Organización de los Estados Americanos (OEA) o la creación de una entidad que la remplace. A partir de los resultados de ese encuentro, el próximo año los gobiernos latinoamericanos presentarán a Estados Unidos y Canadá –los dos miembros de la OEA que no tienen membresía en la CELAC– una propuesta formal sobre el futuro del organismo continental.

El sólo anuncio de que los gobiernos de la región emprenderán el análisis de las condiciones para remplazar a la OEA por un organismo que opere bajo los principios de auténtica defensa de la democracia, la no intervención, el respeto a la soberanía de sus miembros y la equidad entre ellos, da la puntilla a los últimos restos de credibilidad y autoridad moral que pudieran quedarle a la organización, y, en particular, a su secretario general.

Evidentemente esta iniciativa favorece a Ortega al crear una situación confusa al interior de la OEA.