Nacionales · 11/04/2022

Tamara Dávila no ha recibido la visita ni dibujos de su pequeña hija durante 10 meses de encierro

La presa política Tamara Dávila lleva 10 meses encerrada en una celda aislada y empernada de la cárcel policial ‘El Chipote’, tiempo en el cual no le han permitido ver a su hija que está próxima a cumplir 6 años de edad.

El régimen tampoco permite que Dávila de 41 años reciba los dibujos que su hija le ha hecho.

El movimiento ‘Nicaragua Libre’ destacó este lunes el caso de Dávila y comparó su situación con el relato “Los pájaros prohibidos”, una historia del uruguayo Eduardo Galeano, que cuenta como una niña de 5 años logró enviarle un dibujo a su padre un preso político en el penal ‘Libertad’, en Uruguay.

Los pájaros prohibidos

Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.

Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen en la entrada de la cárcel.

El domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa. Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en la copa de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas.

—¿Son naranjas? ¿Qué frutas son?

La niña lo hace callar:

—Ssshhh.

Y en secreto le explica:

—Bobo. ¿No ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.