Nacionales · 08/07/2020

Tortura en Nicaragua está “generalizada y vigente” según ONG

La tortura en Nicaragua es una práctica “generalizada y vigente”, que existía desde antes de las protestas contra el régimen de Daniel Ortega que estallaron en abril de 2018 pero que se intensificó tras ellas, denunció este martes la organización Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca+ al presentar a través de un foro virtual el informe titulado “La tortura: un crimen permanente en Nicaragua”.

“La tortura en Nicaragua es un crimen que incrementó y se intensificó a partir del 18 de abril de 2018, sin embargo, a más de dos años del inicio de las protestas, sigue siendo vigente y se practica de forma general y sistemática”, dijo el abogado del Colectivo, Salvador Lulio Marenco.

La ONG afirmó haber llegado a esta conclusión después de documentar ocho casos de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, que ocurrieron en 2019, algunos de los cuales fueron encabezados por el sancionado comisionado Ramón Avellán, subdirector de la sancionada Policía Orteguista, tanto en celdas policiales como en cárceles clandestinas.

En el foro, Marenco relató el caso de una mujer que, tras confirmar su homosexualidad bajo arresto, fue violada sexualmente por tantos agentes policiales que dijo perder la cuenta y llegó a suplicarles que le mataran.

“Después de las interrogaciones, venían los de menos rango y decían cochinadas, yo nunca he andado como lo que soy, lesbiana; y me gritaban ‘machorra, hp, te vamos a hacer mujer’, yo les decía que me mataran, llegás a un punto que no sabés cuántos te violan, yo le pegaba gritos y le decía ‘matame, matame, matame, ya no me hagan nada, solo mátenme’, y me decían ‘no hp te vamos a hacer mujer. Aquí vas a pagar todo lo que has hecho’”, relató Marenco el testimonio de una de las víctimas.

https://www.facebook.com/ColectivoNicaraguaNuncaMas/videos/303835517406919/

La directora adjunta de Investigaciones para las Américas de Amnistía Internacional, Carolina Jiménez, señaló en el foro que las torturas en Nicaragua han tenido como objetivo fabricar evidencias testimoniales que inculpen a determinadas personas, obtener información sobre cómo se organizaban las protestas contra Ortega, y ser empleadas como método de castigo para que no se repitan las manifestaciones antigubernamentales.

Marenco afirmó que el Observatorio Nicaragüense Contra la Tortura, que depende del Colectivo, documentó “la grave situación que atraviesan las personas privadas de libertad, entre ellas los 96 presos políticos, por la pandemia de COVID-19, quienes se encuentran en condiciones de insalubridad y hacinamiento, (expuestas) al estrés constante de posibles contagios, (esto) consiste en sí mismo en un trato cruel, inhumano y degradante”.