Ayer jueves se conoció que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo despidieron a varios de sus funcionarios entre oficiales del Ejército y coordinador de redes sociales orteguistas, algo visto como una reacción de la dictadura un día después de la rebelión y denuncia de exembajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields.
En el caso de los militares fueron pasados a “condición de retiro” por el Jefe del Ejército, Julio César Avilés.
Fueron despedidos el General de Brigada, Genaro Rosendo Betanco Romero, 13 coroneles, 11 tenientes coroneles, 2 capitanes de fragata, 13 mayores y 1 Capitán.
Avilés les dijo a los despedidos que “sientan el orgullo de haber siempre pertenecido y representado esta institución, con el honor y valentía que caracteriza al soldado nicaragüense”.
El líder de la granja de troles orteguistas
Otro sonado despido fue el de Erick Ríos, calificado como “el agitador que controlaba la granja de troles de la dictadura”, según reporta el portal Nicaragua Actual.
El medio sostuvo que Rosario Murillo, despidió a Ríos, quien era el coordinador de la granja de troles orteguistas que opera desde las instalaciones de Correos de Nicaragua (Telcor) y es encargado de los “Jóvenes Comunicadores de la Juventud Sandinista”.
Una fuente dijo a Nicaragua Actual que Murillo supo de algunos negocios que Ríos mantenía operando sin su conocimiento y aprobación.
La acción fue considerada por Murillo como una traición, comentó la fuente que, por temor a represalias, habló bajo anonimato.
Erick Ríos, estuvo a cargo de Radio Nicaragua, dirigió la red de comunicadores, la Juventud Sandinista y recientemente planificó, con la misma Murillo, la granja de troles que aún opera en Telcor.
Ríos era el encargado de controlar al menos 50 empleados del régimen para la difusión de desinformación, propaganda política a favor del régimen y atacar a los medios independientes y la oposición nicaragüense.
Ríos cayó en desgracia al no confiar sus negocios a Murillo, precisó la fuente. Rosario lo expulsó de Radio Nicaragua, la dirección de la granja de troles y hasta le quitó el vehículo propiedad del Estado que utilizaba, afirmó Nicaragua Actual.
El miércoles, durante una sesión de la OEA, McFields dijo tomar la palabra “en nombre de los miles de servidores públicos de todos los niveles, civiles y militares, de aquellos que hoy son obligados por el régimen de Nicaragua a fingir a llenar plazas y repetir consignas, porque si no lo hacen pierden su empleo”.
“Quiero decirles que la gente de adentro… y la de afuera está cansada, cansada de la dictadura y de sus acciones, y cada vez van a ser más lo que digan basta”, afirmó.