El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este miércoles que ha ordenado a los militares estadounidenses atacar y destruir cualquier embarcación iraní que se acerque de manera peligrosa a barcos de su país.
“Ordené a la Armada de Estados Unidos disparar y destruir todas y cada una de las embarcaciones iraníes que acosen nuestros barcos en el océano”, escribió Trump en Twitter.
Hace una semana, el Pentágono acusó a Teherán de “maniobras peligrosas” en el mar, cuando -según Washington- 11 botes rápidos iraníes navegaron alrededor de barcos estadounidenses en aguas internacionales del Golfo a “gran velocidad” y desde “muy cerca”.
Teherán, en respuesta, se quejó de la versión “hollywoodense” dada por Estados Unidos de lo ocurrido y sugirió que Washington debería centrarse más en sus problemas internos.
“Los estadounidenses hoy en día deberían estar intimidados en lugar de tratar de intimidar y usar sus esfuerzos para salvar a sus militares que están infectados con el coronavirus”, declaró el portavoz del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas iraníes, general de brigada Abolfazl Shekarchi, en una entrevista a la agencia ISNA.
Además, ha indicado que Washington debería sacar a sus fuerzas armadas de la región de Asia occidental y llevarlas de vuelta a Estados Unidos para ayudar a salvar a su gente de la gran crisis que el coronavirus ha causado en este país.
Las recientes tensiones en el golfo entre Irán y Estados Unidos tienen su origen a comienzos de abril, cuando Teherán acusó a Washington de comportamiento “poco profesional”. En ese momento, Irán denunció que la marina estadounidense había “impedido el paso” a un barco iraní, mostrando “un comportamiento peligroso e ignorando las advertencias” del navío.
Las tensiones entre Estados Unidos e Irán han aumentado desde que Estados Unidos decidiera retirarse en mayo de 2018 y de forma unilateral del acuerdo nuclear internacional con Irán (concluido en 2015) y restablecer sanciones económicas contra la república islámica.
Y llegaron a un pico con la muerte en enero del general iraní Qasem Soleimani, en un ataque en Bagdad llevado a cabo con un dron estadounidense.