Destacados / Nacionales · 23/08/2022

UNAB reitera que “en Nicaragua no existen ni condiciones ni voluntad del régimen para establecer ningún diálogo”

La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) agradeció este martes la “atención” que el Papa Francisco mostró el pasado domingo 21 de agosto, cuando expresó su “preocupación y dolor” por la situación en Nicaragua y en el que llamó a un “diálogo abierto y sincero” al régimen de Daniel Ortega. Sin embargo, la organización opositora reiteró que “en Nicaragua no existen ni condiciones ni voluntad del régimen para establecer ningún diálogo”.

Sigo con cercanía con preocupación y dolor la situación que se ha creado en Nicaragua que afecta a personas e instituciones, quisiera expresar mi convicción y mi deseo de que por medio de un dialogo abierto y sincero se pueden encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, dijo el Papa en un llamamiento al final del rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro, pero no hizo referencia al secuestro de monseñor Rolando Álvarez, por parte de la Policía Orteguista.

Al respecto, la UNAB expresó su solidaridad con el obispo Rolando Álvarez, los diez sacerdotes presos y la feligresía católica y reiteramos su posición hecha pública el 31 de diciembre del 2021, “en cuanto a que en Nicaragua no existen ni condiciones ni voluntad del régimen para establecer ningún diálogo”.

Asimismo llamó a toda la comunidad internacional a “actuar con contundencia frente a la gravedad de los hechos que ocurren en Nicaragua, trascendiendo de las declaraciones a las acciones de debilitamiento hacia la dictadura”.

La UNAB denunció que “la dictadura de los Ortega Murillo ha desatado una nueva arremetida represiva que ha tenido como blanco las organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación y particularmente a representantes de la Iglesia Católica, obispos, sacerdotes y feligreses”.

La expresión más relevante de esta escalada ha sido el allanamiento el pasado viernes 19 de agosto de la Curia Episcopal de Matagalpa, seguido del apresamiento el obispo Rolando Álvarez y seis acompañantes, entre ellos cuatro sacerdotes, después de dos semanas de encierro cercados por las fuerzas policiales del régimen”, apuntó en un pronunciamiento.

La dictadura mantiene en prisión a más de 200 presos políticos, todos ellos en condiciones infrahumanas, varios en aislamiento y sometidos permanentemente a torturas físicas y psicológicas”, añadió.

En ese sentido sostuvo que es indispensable la liberación total e incondicional y con garantías de todas las personas presas políticas, el cumplimiento cabal e inequívoco de los compromisos suscritos por el régimen en el frustrado diálogo de marzo del 2019, y el retorno seguro y con garantías de todos los exiliados.