Hace unos días el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE) pidió al régimen Ortega-Murillo, a la oposición nicaragüense y a la Iglesia Católica del país a “dejar a un lado diferencias de cualquier índole” para afrontar “unidos” la pandemia del coronavirus. Este viernes, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) dijo “no” a la tregua propuesta por dicho Instituto.
A través de un comunicado la UNAB explicó que por la naturaleza dictatorial del régimen y la ausencia de institucionalidad, no es posible la tregua, puesto que como ya se ha visto en el pasado reciente, la dictadura orteguista no cumple.
“Es el momento de actuar y no de perder el tiempo. ¡No hay tregua posible! Es el momento de organizarnos todos como sociedad para enfrentar la pandemia. Consideramos que solo la presión ciudadana logrará que las instancias del Estado asuman su responsabilidad de no atentar contra nuestras vidas, ni por acción ni por omisión”, dijo la UNAB.
La organización opositora sostuvo que seguirá exigiéndole al régimen de Daniel Ortega que implemente las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las tomadas por países vecinos para enfrentar la pandemia.
“Nos preocupa sobre manera las consecuencias cada vez más trágicas que vivirá Nicaragua, si no hay ya acciones oficiales, rápidas y contundentes, para defender a la población más vulnerable del impacto en la salud y las difíciles condiciones socioeconómicas que se avecinan”, reconoció la Unidad.
Por otro lado, condenó “la politización de la salud” que está haciendo la dictadura Ortega-Murillo, así como la falta de respuestas eficientes y humanitarias ante la crisis.
“Respuestas que el Estado debe y puede dar apegándose a la Constitución Política y a la Ley General de Salud, empezando con el respeto irrestricto de los derechos humanos y la transparencia en el manejo de la información y los recursos públicos”, agregó.
En tanto, la UNAB reiteró que trabaja para “promover campañas de prevención fortalecer y apoyar la solidaridad comunitaria; fomentar la desobediencia civil para defender sus vidas; coordinar esfuerzos con actores y sectores locales, nacionales e internacionales; denuncias a nivel internacional por la irresponsabilidad criminal del régimen y nuestra exigencia de medidas de transparencia y fiscalización, para que los fondos que lleguen sean utilizados en atender la pandemia y ayudar a la población más vulnerable”, concluyó.