Opinión / Ensayos · 09/09/2021

Unir voces: primer paso de unidad opositora

*Por Edmundo Jarquín

 1. El encarcelamiento de los principales liderazgos y precandidatos opositores a partir de mayo de 2021, y la supresión total de las libertades democráticas, marcan el descrédito total del proceso electoral de este año en Nicaragua.

2. Las elecciones del 7 de noviembre de 2021 no resuelven las causas del conflicto y crisis que vive Nicaragua, y pierden valor como mecanismo de elección libre, competitiva y transparente.

3. El colapso del proceso electoral ha sido acompañado de la represión y silenciamiento de las principales organizaciones sociales y políticas surgidas antes y después de abril de 2018, en que se desencadenó la crisis política. Antes, en el proceso de constitución de la dictadura de Ortega Murillo, se habían diezmado los partidos políticos opositores.

4. La ola represiva, también, ha provocado el exilio de buena parte del liderazgo y decenas de miles de opositores.

5. Unir las voces debe ser el primer paso para concertar a las fuerzas opositoras. A dos meses de la farsa electoral, se debe potenciar el acercamiento y confianza de la oposición nacional y en el exilio sobre temas y principios inobjetables y comunes.

6. Todas las voces de organizaciones y personas, con incidencia nacional e internacional, deben expresarse en torno a los siguientes principios y temas:

a. Liberación inmediata de los presos políticos. Todos los presos políticos han sufrido violación en su debido proceso y están siendo judicializados a través de leyes inconstitucionales.

b. Desconocimiento internacional del proceso electoral y sus resultados.

c. Nuevas elecciones, libres, transparentes y competitivas, con observación electoral.