Han acaparado casi todos los medios de comunicación en sus diversos géneros del país. Radio, prensa plana, televisión, pancartas, rótulos de carreteras, audiovisuales, diseños publicitarios, afiches, volantes y…bueno, desde el más pequeño hasta el mayúsculo medio para informar o desinformar está acaparado o bien controlado por una familia que prometió mucho y nos han quitado demasiado. De allí la política gobeliana la cual es recibida –a la fuerza- por la nación inmoralmente sin compasión.
¡Claro que celebramos EL DÍA DEL PERIODISTA CON TODAS Y LAS DE LEYES! No importando que estemos “contra la pared”. No importa que se burlen de nosotros al prometer información y no otorgarla. Burlones despreciables de alguna forma los llama la Biblia. De la cual también se burlan con un cristianismo anticristianismo. Pretenden “informar sus noticias” al pueblo ignorando que el pueblo no “traga todo”. Los nicaragüenses, “por gracias de Dios” no somos dundos y ya no digerimos bolis con guaro menos cerveza con bandas sureñas y similares. Tampoco ilusas cabalgatas que contribuyen al abuso del erario público. ¿Y de que no abusan Dios mío?
¿Qué estamos arrinconados? Cierto, no podemos negar esta situación que al final robustece al periodismo combativo. Denunciamos la forma como declaran muerte civil –cero empleo- a comunicadores que no repiten el estribillo. El periodismo que reformuló las catacumbas y enfrentó venciendo a la muerte durante el somocismo aún está vigente. ¡Tened cuidado! decía Rubén. Ese periodismo aún no ha fallecido y no creo que muera. Está vigente en los pocos hombres y mujeres que muchas veces pagamos por informar, pues las pautas publicitarias se las come el tiburón en el entendido que el que tiene más galillo siempre traga más pinol.
Tiburones estatales y privados. No existe diferencia. Tragan y tragan pinol y no se atragantan. Creo que la pretensión es dejar sin pinol al país y si nos arrodillamos nos hartan. No se atragantan. Insaciables. Mucho apetito. Voracidad infernal.
El pueblo está claro al igual que ayer ante la dictadura somocista. Claro de la situación de sus comunicadores, hombres y mujeres, de los/as que buscan la objetividad de la noticia y no redundar vergonzosamente sin sentido de creatividad alguna. “Como dice el Comandante tal y la Compañera cuál, la restitución de derechos…” por favor… impregna de vergüenza.
Que muchos periodistas se convirtieron en “cadetes” -sin visitar academia alguna- cierto también, pero lo hacen honrosamente sin olvidar su oficio y hacen lo suyo profesionalmente aunque sea mediante la voz que jamás podrán acallar. Al otro extremo centenares de “quistes” -incapaces de por cierto- desde la cumbrera del edificio hasta el sótano más profundo chupan chupan y chupan y creen firmemente que con sus excesos eternamente chuparan la sangre de los pinoleros. ¿Chuparan los cinco o seis litros de vida que posee cada nicaragüense? Válgame Dios.
Están equivocados/as. Muy equivocados/as. Hay periodistas independientes y honrados/as consigo mismo para rato. Mientras el corazón de Danilo Aguirre Solís siga tamboreando habrá guerreros de la pluma y Computadora, mientras Aurita Ortiz y Alvaro Montoya estén cerca, observando el descalabro, habrá resistencia igual a la de ellos hace pocos meses, no se les puede fallar. La historia nos señala el ejemplo de Anselmo H. Rivas, Rigoberto Cabezas, Juan Ramón Avilés, Gabry Rivas, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, José Francisco Borgen, Alberto Mora –Amo-, Ofelia Morales, nuestra inolvidable Ofelita, el querido Profesor Gustavo Montalván –Gam- que nos enseñó el tablero de ajedrez y nos condujo de la mano tras la noticia fresca en bien del pueblo nicaragüense y no de una familia. De un desastre.
Hay presente. Existe futuro para el periodismo independiente comprometido con el pueblo ávido de la verdad. De lo que ocurre realmente en su país. Es solo tener firmeza ante la tempestad que al final se llevara los restos de los que quisieron ocultar la verdad eliminando el derecho sagrado a la información.
¡FELIZ DÍA DEL PERIODISTA!
Henry Briceño Portocarrero
San Rafael del Sur.
Originalmente publicado el 01 de Marzo del 2016