Nacionales · 02/11/2020

Votos de Biden podrían haber favorecido el sandinismo en los años 1980

Los récords de votación en el Congreso de Estados Unidos del exsenador y ahora candidato presidencial demócrata Joe Biden, revelan que en la década de los 80 votó a favor del régimen sandinista y en contra del financiamiento a la Resistencia Nicaragüense, conocido como la “contra”.

La “contra” fue un ejército integrado en su mayoría por campesinos que se alzaron en armas en contra la dictadura socialista instaurada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (1979-1990) con el apoyo de Cuba y la Unión Soviética. Ese cuerpo armado y la diplomacia arrinconaron a Ortega que se vio obligado a realizar elecciones, que perdió en febrero de 1990.

De acuerdo con los récords, Biden, que llegó al Senado en 1973, fue un consistente opositor al financiamiento a la “contra” propuesta en ese entonces por la administración del presidente Ronald Reagan.

Los archivos muestran que, en octubre de 1984, Biden votó para prohibir que la administración Reagan destinara fondos a la “contra” en Nicaragua a través del presupuesto de Inteligencia.

Meses más tarde, el 6 de junio de 1985, el Senado aprobó una enmienda para entregar 38 millones de dólares a los grupos rebeldes en ayuda humanitaria. La iniciativa fue aprobada, pero Biden fue uno de los 42 senadores que se opusieron al financiamiento, pese a que fue propuesta por el senador Sam Nunn, un demócrata por Georgia.

Una publicación de The New York Sun sobre las votaciones de Biden en oposición a los grupos “contras”, publicada el 21 de mayo de 2019, revela que, en 1986, Biden quería exigir a la administración Reagan negociar con el gobierno de Daniel Ortega antes de enviar dinero en apoyo a los alzados.

Según los récords en el Congreso, en marzo de 1987, Biden votó tres veces a favor del régimen sandinista al bloquear la ayuda a los “contras”.

Biden votó a favor de un proyecto de ley para poner una moratoria al financiamiento de la ayuda a la “contra”, un tema que se discutió en el Senado durante los días 23, 24 y 25 de ese mes.

El exjefe de operaciones militares y miembro del estado mayor de la “contra”, Luis Moreno, conocido como “Mike Lima”, era la mano derecha del jefe de la “contra”, el excoronel Enrique Bermúdez. Una de sus tareas fue denunciar al régimen en Washington y conseguir apoyo para los rebeldes.

“Para la política de Nicaragua no creo que Joe Biden sea muy conveniente, todos esos votos de oposición a la ‘contra’ es porque él sentía que los sandinistas no eran peligrosos, pero eran realmente peligrosos de lo contrario -el expresidente Ronald- Reagan no hubiese detenido el avance del comunismo”, acotó.

“Todos ellos, los demócratas como Biden, tenían una guerra acérrima contra Reagan, no creo que haya sido contra la ‘Contra’, les tocaba muy difícil entender bien qué es lo que pasaba en Centroamérica, para mí era una cuestión partidista por la forma en que Reagan los había aplastado desde el punto de vista (político) porque ellos cometieron muchos errores porque eran demasiado suaves con los dictadores. Son muy suaves con los comunistas, con los radicales”, afirmó.

Era finales de 1986, cuando Mike Lima sostuvo un encuentro con el exsenador demócrata Christopher Dodd, que visitó el campamento de la “Contra” en Yamal, Honduras. A Dodd los sandinistas le habían entregado un día antes de ese encuentro al estadounidense Eugene Hasenfus, el 17 de diciembre de 1986, quien había sido condenado un mes antes a 30 años de cárcel por “espionaje” por los Tribunales sandinistas.

Hasenfus fue detenido en octubre de 2016 después de que el avión en que transportaba armas a los alzados antisandinistas, fue derribado al ingresar a territorio nicaragüense.

Daniel Ortega entregó personalmente como “trofeo” a Hasenfus al senador Dodd.

“Hablé con él (el senador Dodd) ocho horas tratando de convencerlo de la situación de Nicaragua, él venía de visitar a Daniel Ortega y acababa de conseguir la liberación de Hasenfus”, recuerda Moreno.

“El comandante (Enrique) Bermúdez (jefe de la agrupación rebelde) no estaba, me tocó reunirme con Dodd que quería conocer sobre la ‘contra’. La entrega de Hasenfus les dio una gloria a los demócratas”, dijo.

Dodd es asesor de campaña y amigo personal del candidato demócrata Joe Biden. Dodd dirigió el comité encargado de elegir a la compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris.

El exsecretario de Estado adjunto para el hemisferio occidental, Otto Reich, dijo recientemente al Diario las Américas que de ganar Joe Biden la presidencia, no sería precisamente él quien tomaría las decisiones clave. Apuntó también Reich que Biden había dado un giro a la izquierda por los compromisos con el ala radical que actualmente controla el partido demócrata.

“Biden está rodeado de políticos de su partido que son de izquierda, uno de sus asesores más importantes es Christopher Dodd (senador demócrata de 1981-2011), que cuando estaba en el Congreso estaba a favor de los sandinistas en Nicaragua, a favor del FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) de El Salvador, y el récord está en todos los discursos que dio en el Congreso y la legislación que introdujo en aquel momento era de atarle las manos a la administración del presidente (Ronald) Reagan (1981-1989) para frenar la política de Reagan en Centroamérica, con dos regímenes de izquierda apoyados por el régimen comunista de Cuba”.

Dodd fue uno de los senadores que respaldó al régimen sandinista en Nicaragua y se opuso desde el Congreso de EEUU a ofrecer ayuda financiera a las fuerzas que podían hacerle frente a la implantación de un sistema dictatorial en la nación centroamericana, recuerda Reich.

El récord de votación de Biden y de su asesor Christopher Dodd ha generado dudas en sectores de la comunidad nicaragüense que creen que si Biden es electo la política de EEUU hacia el régimen de Ortega podría cambiar.

Desde su llegada a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump mantiene una política dura contra las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela.

24 funcionarios y entidades del régimen sandinista han sido sancionados por la administración Trump, creando un cerco de presión al círculo íntimo de Daniel Ortega. El primer golpe fue el 20 de diciembre de 2017 contra Roberto Rivas, el hombre que contribuyó con los fraudes electorales que le han permitido a Ortega permanecer hasta hoy en el poder de manera ilegal.

Sobre el tema, Muñeca Fuentes, presidenta de Nicaraguan American Republican Alliance (NARA) dijo que, aunque no cree que Biden gane las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la presencia de los demócratas en la Casa Blanca sería favorable para Ortega y los regímenes socialistas. “No va a ganar pero en la remota posibilidad de que él ganara (la presidencia), trataría de cancelar todas las sanciones o al menos que no continúen”.

El otro ángulo

Pero el abogado de origen nicaragüense Harold Rocha del grupo “Nicaragüenses con Biden”, tiene una percepción distinta. Rocha asegura que Biden mantendría la presión con sanciones al régimen sandinista, pese a su récord en la década de los 80, que fue favorable a la primera dictadura sandinista.

“La razón es que es un asunto de política exterior, que está consensuado entre el poder Ejecutivo y el poder Legislativo, porque hay que recordar que está vigente la Nica Act, promulgada por el Congreso de los Estados Unidos. Un presidente Biden se enfrentaría a circunstancias geopolíticas muy distintas a las que se enfrentó en su día el senador Biden”.

Rocha es de la opinión de que la trayectoria de voto de Biden a favor del sandinismo en el Senado no puede “predecir su política exterior” como presidente.

“Hay que recordar que Estados Unidos no es el único país que ha impuesto sanciones. También lo han hecho Canadá, la Unión Europea y Gran Bretaña. Los organismos multilaterales como la OEA también están dando seguimiento, así como la CIDH, la OACDH (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos), y otros”.

Un Informe The Economist Intelligence Unit (EIU), publicado a mediados de julio, señala una opinión diferente a la de Rocha. El informe dice que si “el candidato demócrata, Joe Biden, ganará las elecciones presidenciales en noviembre, creemos que Estados Unidos detendrá su campaña de presión en curso”, apunta EIU, que pertenece al grupo británico de The Economist.

“Sería desastroso”

Para el exjefe de “los contra” Mike Lima, de ganar las elecciones Biden “para Nicaragua sería desastroso”.

“Dicen que han cambiado un poco (demócratas) y que están a favor de hacer cambios, pero en Latinoamérica tenemos a tres dictaduras que se vienen enseñando en sus pueblos, y Daniel Ortega quiere seguir los pasos de Maduro en Venezuela, está cambiando las Leyes, y Biden para la política de Nicaragua no creo que sea muy conveniente, todos esos votos en contra de la ‘contra’, es porque él sentía que los sandinistas no eran peligrosos”.

Diario las Américas consultó sobre el tema a las campañas del candidato Biden y del presidente Trump que busca la reelección.

Mercedes Schlapp, Asesora de la campaña Trump 2020, dijo que conocen el sentir de los nicaragüenses alrededor del tema.

“Llevamos años trabajando con las diversas comunidades hispanas del sur de la Florida y lo que escuchamos constantemente de nuestros amigos nicaragüenses es que se sienten traicionados por Joe Biden y el Partido Demócrata”.

“Biden votó cinco veces para cortarle los fondos a quienes lucharon para liberar a Nicaragua del dictador Daniel Ortega y los sandinistas. En vez de enfrentarse al ala socialista de su partido, Biden apoya la agenda radical de Bernie Sanders y otros izquierdistas. Hay una diferencia muy clara entre la debilidad de Biden con respecto a Nicaragua y el récord del presidente Trump de imponer duras sanciones contra las dictaduras de Ortega, Maduro y Castro”.

La campaña demócrata no respondió a la solicitud de comentarios al respecto.

*Tomado de Diario las Américas