Nacionales · 12/03/2021

En medio de tensas relaciones con la Iglesia Católica, Ortega y Murillo saludan al Papa por octavo aniversario de su pontificado

El régimen de Daniel Ortega alabó este viernes al papa Francisco con ocasión del octavo aniversario de su pontificado, en medio de tensas relaciones entre la Iglesia Católica nicaragüense y sus obispos a quienes ha tildado de “golpistas”.

A través de una carta publicada en los medios oficialistas, Ortega llovió en elogios hacia el santo padre y lo tildó como “un magnífico pastor, que entiende y defiende a los excluidos, discriminados, ofendidos y humillados de siempre”.

“Al cumplir usted este sábado 13 de marzo, ocho intensos años de Pontificado, en nombre de las familias de bien, de la juventud esperanzada, de las mujeres dignas y laboriosas, de los varones que trabajan de sol a sol, de los abuelitos, de las personas con alguna forma de discapacidad, y de todos los nicaragüenses que le apreciamos y bendecimos, enviamos a usted nuestros saludos”, indicó Ortega en la misiva también firmada por su mujer Rosario Murillo.

De acuerdo a la agencia EFE, ambos elogiaron al papa Francisco “por su infatigable labor misionera, promoviendo entendimiento, concordia, y derechos para todos”.

“Lo queremos mucho. Cuídese por favor. Los países empobrecidos del mundo nos sentimos bendecidos con su clarísima, elocuente y espiritual palabra transformadora y bienhechora”, agregaron.

El argentino Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el papa Francisco el 13 de marzo de 2013, después de que el Cónclave cardenalicio lo escogiera para liderar la Iglesia Católica tras la renuncia de Benedicto XVI el 28 de febrero de ese mismo año.

Las relaciones entre la Iglesia católica y el régimen orteguista, que han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 42 años, se han tensado a raíz de la quema, el año pasado, de la venerada imagen de Sangre de Cristo en una capilla de la Catedral de Managua, la cual estuvo precedida de una ola de profanaciones contra templos en toda Nicaragua.

Ortega calificó de “golpistas” a los obispos y los acusó de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, actúan en Nicaragua para derrocarlo, a raíz de ese estallido social.