Salud y Vida · 31/07/2023

Aprendiendo de la Influenza

Dr. Leonel Arguello Yrigoyen, Médico especialista en Epidemiología

Durante el invierno y la llegada de las lluvias ocurren cambios bruscos de temperatura, te mojas o andas mojados los pies, así como otros factores del ambiente, que hacen que tus defensas se bajen y como a tu alrededor puede haber personas con el virus de la Influenza, la COVID-19, el Virus Sincitial Respiratorio y otros, que se expulsan cada vez que se espira quien lo tiene y al respirar vos adquieres fácilmente la infección respiratoria si estás a menos de dos metros de distancia de una persona afectada con la gripe o bien porque estuviste en lugares cerrados, donde existe una mayor concentración de estos microorganismos, en relación a lugares abiertos y ventilados.

La influenza es una enfermedad estacional, que se presenta en los tiempo de lluvia o invierno y que tiene diferentes formas de presentación, aquellas que van desde no presentar síntomas alguno, que ocurre en la mitad de las personas y que pueden transmitirlas a otras, hasta las formas leves, medianas y severas que pueden conducir a la muerte, especialmente a menores de dos años y mayores de 65 años, aunque la enfermedad es más frecuente en niños y niñas, por eso es importante tomar medidas en verano, como estar monitoreando algunas escuelas pre seleccionadas, para conocer la inasistencia escolar y sus causas, así como detectar tempranamente la enfermedad, ampliar la información, la educación, y las medidas de prevención para tener menos impacto negativo.

La influenza o infección respiratoria, se caracteriza por fiebre, tos, dolor de cabeza, dolores musculares, postración, dolor de garganta y coriza o inflamación de la mucosa o revestimiento interno de la nariz, que produce estornudos, picazón, obstrucción, secreciones nasales y, en ocasiones, falta de olfato. La fiebre se presenta en el 50% de los casos. La tos puede durar hasta dos o más semanas, sin embargo, el resto de los malestares dura entre 5 a 7 días.

Es muy difícil diferenciarlo de otras infecciones respiratorias, por lo que es importante tener acceso a pruebas de laboratorio, para precisar qué te está enfermando. Puede complicarse con sinusitis o inflamación de los espacios vacíos que tenemos en los huesos del cráneo y la cara, cuyas funciones son aumentar o profundizar la resonancia de la voz, humidificar el aire inspirado y que apoyan nuestras defensas, la otitis media o inflamación del oído medio, pues tenemos uno externo, medio e interno, las convulsiones febriles, bronquitis y bronquiolitis que afectan la tubería donde entra y sale el aire de los pulmones, así como las infecciones del pulmón como la neumonía viral y la neumonía bacteriana, esta última producida porque la primera nos baja las defensas entre otras cosas.

Son tres tipos de virus de la Influenza, el A, B y C y a su vez hay 29 diferentes variantes por lo que cuando nos repite la enfermedad no es producida exactamente por el mismo virus y no tenemos defensa frente a este nuevo microbio, razón también que explica porque hay que vacunarse cada año contra la Influenza.

El período de incubación o el tiempo entre que respiras el virus, te infectas y presentas síntomas va de 1 a 4 días y si estás enfermo vas a transmitir el virus en los primeros 3 a 5 días de la enfermedad, por tanto, estar aislado 5 días evitarás infectar a otros. Recordemos, que toda enfermedad respiratoria se transmite a través de gotitas que se expulsan al espirar una persona y la contrae la otra que está respirándola.

Las personas de mayor riesgo son los menores de 2 años, adultos mayores de 64 años, mujeres embarazadas, personas con condiciones crónicas, obesidad y malnutrición.

Las medidas de prevención incluyen higiene de las manos, etiqueta de tos o toser dentro del hueco del codo al doblar tu mano o usar pañuelo, evitar lugares cerrados y personas enfermas, así como lavarse las manos con agua y jabón por 40 segundos y vacunarse anualmente. Los enfermos que se queden en la casa 5 días y evitar estar a menos de dos metros de ellos, a menos que uses mascarillas.

Se pueden usar medicamentos antivirales, que son muy caros entre los dos primeros días de inicio de la enfermedad, y no usar antibióticos pues es un virus y no una bacteria.

El tratamiento se basa en tratar los malestares, descansar, tomar mucho líquido y estar pendiente, que no empeores y si lo haces acude a tu médico.