El Centro de Asistencia Legal Interamericano de Derechos Humanos (CALIDH) abandonará Argentina por razones de seguridad hacia sus miembros, quienes en los últimos días han sufrido un “aumento de hostigamientos y amenazas por militantes sandinistas”, dijo a La Mesa Redonda el Dr. Alejandro Mamani, presidente de ese organismo.
Mamani denunció que los directivos, el equipo permanente y voluntarias del organismo están siendo hostigados y amenazados mediante llamadas telefónicas a sus números personales, por lo que han decidido trasladarse a otro país que por el momento se mantendrá en secreto.
“No tenemos idea de cómo consiguen los números, son nuestros números privados, eso es lo que nos da miedo porque nosotros tenemos un número para atender a las víctimas y otro nuestro número privado. A una de nuestros miembros la llaman y la llaman, se quedan en silencio, le preguntan por personas”, relató.
En el caso del abogado nicaragüense Danny Ramírez-Ayérdiz, secretario ejecutivo de CALIDH, se cree que sus llamadas han sido intervenidas.
“Las amenazas aumentaron desde que nosotros nos pronunciamos sobre el tema de la reforma del artículo 21 de la Constitución (de Nicaragua) donde se establece la desnacionalización como crimen de lesa humanidad, elevado a rango constitucional”, explicó.
“Ahora vamos a tener que desplazarnos otra vez, el tema que una sociedad de acogida nos reciba, ajustarnos al tema migratorio, eso no es fácil, en cualquier lugar estamos en peligro. Y la nueva sede de CALIDH se mantendrá en secreto. Vamos a trasladarnos a otro país, que no es Costa Rica”, aclaró el presidente del organismo.
Los miembros de CALIDH expresaron que temen a “ser asesinados”. “Nos impacta, ya nos sabotearon los correos, nos intervinieron las llamadas, nos sabotean los documentos que estamos escribiendo entrando bots, cyber troles. Este es un tema delicado”, indicó el Dr. Mamani.
Sin embargo, aclaró que CALIDH seguirá en su labor de defensa de los derechos humanos.
“Nosotros no nos vamos a detener en nuestro mandato de defender a las víctimas y los familiares de las víctimas, estamos firmes, no vamos a claudicar, y si algún día nos pasara algo, alguien va a recoger nuestra bandera y nuestra lucha”, concluyó el abogado.
CALIDH está compuesto por ocho personas entre nicaragüenses, peruanos, y colombianos; y ha denunciado a la dictadura Ortega-Murillo por sus crímenes de lesa humanidad contra la población de Nicaragua.
En un comunicado, CALIDH señaló: “Queremos dejar constancia pública por cualquier incidencia extrema que suceda a nuestro equipo y queremos recordar que somos un movimiento nicaragüense de derechos humanos en el exilio, por lo que nuestros miembros están en varias partes del continente y estamos forzados a repetir el traumático desplazamiento a lugares más seguros, incluido el traslado de nuestra sede en Argentina”.