Nacionales · 28/06/2021

Canciller de España reacciona a carta de protesta enviada por el régimen orteguista

La ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, aseguró hoy en Roma que hay un “clamor internacional” sobre la falta de derechos humanos en Nicaragua y que el mundo espera a ver “si se van a liberar a los presos políticos y va a cesar la represión” en el país.

“Los problemas en Nicaragua no son de orden de telegramas o misivas. Hay un serio problema de respeto de derechos humanos y de organización de un proceso electoral libre, transparente y democrático”, dijo la ministra española al ser preguntada por la carta de protesta enviada por el canciller orteguista, Denis Moncada, en la que la tilda de “mandamás”.

La responsable de la diplomacia española, que participa en Roma en una reunión de la coalición global contra el Estado Islámico (EI), explicó que “esto no lo dice sólo España, esto es un clamor en la comunidad internacional”, en referencia a la detención de varios candidatos de la oposición a las elecciones presidenciales de noviembre.

“Lo dice desde EEUU hasta México y Argentina, lo dicen los países centroamericanos, lo está diciendo la Unión Europea y por supuesto que lo está diciendo España y lo dice porque lo dicen los ciudadanos nicaragüenses”, aseguró González Laya.

España, aseguró la ministra, “siempre y en todo caso va apoyar a la ciudadanía nicaragüense en su búsqueda por un respeto por los derechos humanos y en su búsqueda por unas elecciones libres, transparentes y democráticas”.

Por eso, aseguró que, “la cuestión ahora es qué va a hacer el Gobierno nicaragüense, qué va hacer el presidente Ortega para responder a este clamor que es nacional e internacional, si va a liberar a los presos políticos, si va a cesar la represión y si se van a dar unas condiciones libres y transparentes”.

“Esa es la pregunta y la respuesta por supuesto está en Managua, no está en Madrid ni está en Washington, ni está en Ciudad de México ni en Buenos Aires. Está en Managua y la estamos esperando todos con gran interés», concluyó.

En la carta enviada a la ministra española, el régimen afirmó que esta había mostrado “una ignorancia atrevida, y una ferocidad impropia para la diplomacia, la señora González se dirige al presidente de un pueblo libre y soberano con voz de alguacil, sin percatarse en su perorata delirante de trasnochada mandamás que llevamos siglos sin dominio español”.