Destacados / Nacionales · 16/06/2022

Crimen en el barrio Carlos Marx sigue en la impunidad, reprocha ONG

El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, recordó este jueves la masacre de una familia en el barrio Carlos Marx de Managua, y reprochó que la muerte de Óscar, Maritza, Alfredo, Ángeles, y los niños Daryelis y Matías, siguen en la impunidad a cuatro años del suceso.

La mañana del 16 de junio de 2018, Nicaragua despertó con las atroces imágenes de un incendio en una vivienda de tres pisos en el barrio capitalino Carlos Marx, seis miembros de la familia Pavón, entre ellos dos menores de edad, murieron calcinados.

Los muertos fueron Óscar Pavón, su esposa Maritza Muñoz, su hijo Alfredo Pavón y la mujer de este Mercedes de los Ángeles Raudez, y los niños de ambos Daryeris de 2 años y Matías de 5 meses de vida.

Hoy se cumplen cuatro años de la masacre en el barrio Carlos Marx (Managua). El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más recuerda a los seis miembros de la familia Velásquez Pavón, los matrimonios Óscar y Maritza; Alfredo y Ángeles, así como los niños Daryelis y Matías, de dos años y cinco meses de edad respectivamente, quienes fueron privados de la vida por agentes policiales y paramilitares”, sostuvo el Colectivo.

Este es un crimen de lesa humanidad que se mantiene en la impunidad, así como las ejecuciones arbitrarias de al menos 355 personas en 2018 y 2019. En nuestra memoria están las detenciones arbitrarias de miles de personas, las personas presas políticas sometidas a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, las personas desaparecidas, las más 200 mil personas en el exilio; y a los familiares y sobrevivientes que luchan resisten, persisten y no desisten en su legítima demanda de verdad, justicia, reparación y no repetición”, agregó.

El Colectivo reiteró su compromiso de “continuar en la lucha por la justicia, libertad y democracia”. “Exigimos el cese de la represión y la libertad de las 190 personas presas políticas en #Nicaragua”, añadió.

Versiones de familiares y vecinos señalan que policías y fuerzas parapoliciales habrían provocado el incendio en la vivienda porque la familia se negó a prestar la parte alta para francotiradores y los amenazaron con disparar si salían de la casa mientras ardía en llamas.