El Gobierno del presidente Joe Biden aseguró el lunes que Daniel Ortega, está conduciendo a Nicaragua “hacia la dictadura”, siendo esta la primer declaración que emite sobre la situación del país desde que tomó posesión el pasado 20 de enero pasado, y que para los analistas consultados por La Mesa Redonda es una señal de que Estados Unidos continuará presionando para la democratización de Nicaragua.
“Estados Unidos está profundamente preocupado por la creciente represión del gobierno del Presidente Ortega en Nicaragua. Las acciones del régimen bajo la llamada ‘Ley de Agentes Extranjeros’ obligó al cierre de dos bastiones de la libre expresión la semana pasada: El capítulo Nicaragua de PEN Internacional y la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. Estos acontecimientos sofocan aún más a la sociedad civil nicaragüense y alejan aún más al país de la realización de elecciones libres y justas en noviembre. Ortega está llevando al país a una dictadura, lo que aislará más a su régimen de la comunidad internacional. La administración Biden tiene el compromiso de apoyar al pueblo de Nicaragua y su demanda de democracia. Estamos enfocados en empoderar a la sociedad civil y mejorar el respeto a los derechos humanos. Instamos al Presidente Ortega a que cambie de rumbo ahora”, fue el comunicado del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Para el analista político y exembajador nicaragüense Bosco Matamoros, el primer comunicado muestra la preocupación de Biden y de la clase política estadounidense, tomando en cuenta que el gobierno del demócrata solo se había pronunciado al golpe de Estado en Myanmar en lo que a política exterior se refiere.
“La administración Biden ni siquiera ha cumplido 30 días en el ejercicio cuando ya el gobierno de Daniel Ortega está en una crisis nuevamente con el gobierno de Estados Unidos”, dijo el exdiplomático a La Mesa Redonda.
Matamoros subrayó que la declaración de Estados Unidos no se trata de un “capricho” o un “exabrupto de Donald Trump”, sino de Joe Biden, “un demócrata, un político experimentado, un hombre razonable”.
“Las acciones del gobierno de Nicaragua no le ha dejado más alternativa al gobierno de Joe Biden (que) pronunciarse sobre la situación del país. Nicaragua es un país marginal, y la administración de Biden hasta ahora no había hecho otro pronunciamiento de esta naturaleza, más que el que hizo con el golpe de Estado de Myanmar, y ahora con el caso de Nicaragua”, destacó.
“¿Qué significa esto? Los norteamericanos creen fundamentalmente que los sistemas democráticos y el respeto de las normas internacionales son la base para la estabilidad y la paz en el mundo, y consideran que el gobierno de Daniel Ortega no ha cumplido con estas obligaciones”, continuó.
Matamoros recordó que la Nica Act fue aprobada con el consenso de demócratas y republicanos, y que de continuar Ortega con su estrategia represiva, Nicaragua estaría entrando en una especie de túnel del cual “no hay salida”.
“La única llave para abrir esa salida se llaman las reformas electorales, el respeto de los derechos fundamentales nicaragüenses”, afirmó.
Estados Unidos menciona en su comunicado a la ‘Ley de Agentes Extranjeros’ que obligó al cierre de PEN Nicaragua y de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro; sobre ello, el analista manifestó que “parece que los asesores de Ortega no miden las consecuencias de las implicaciones”. A esto se suma que no hay señales de reformas electorales.
“Se han acumulado todos los factores de la negatividad que pone prácticamente en la picota al gobierno del presidente Ortega”, aseveró Matamoros. No obstante, cree que hay tiempo para rectificar, y se lograría con la suspensión de las recientes leyes aprobadas por el orteguismo.
A juicio de Matamoros, la administración de Biden y la clase política estadounidense está esperando la rectificación de Ortega a más tardar en mayo; de lo contrario, “se va a agravar esta crisis”, y “peor aún, si en el mes de noviembre se llega a un proceso electoral que a todas luces no llena los estándares nacionales e internacionales”.
El exdiplomático agregó que Nicaragua se está convirtiendo en un Estado disfuncional, que ya ni siquiera se encuentra en la clasificación del “tercermundismo”, sino que está “galopando en el cuarto mundo”.
“Daniel Ortega es un hombre de mucha experiencia y está enfrentando probablemente la crisis existencial más dura de su carrera política”, concluyó.
Para Edgard Parrales, analista político y exembajador de Nicaragua ante la OEA, el gobierno de Biden usó un lenguaje diplomático al decir que “Ortega está llevando al país a una dictadura”, lo que para él significa que le dijeron “dictador”.
“Lo interpreto como un lenguaje diplomático, para no decirle directamente en la cara ‘sos dictador’ se lo dijo ‘te estás convirtiendo en dictador’, es una forma suave de decírselo, pero están convencidísimos que es un dictador, eso no hay lugar a dudas”, valoró.
Parrales anotó que con este primer comunicado del gobierno de Biden se puede ver cuál va a ser la posición del gobierno del demócrata en torno al régimen de Ortega.
“Es verdaderamente irónico que este gobierno (de Ortega) venía babeándose con la idea de que si ganaba Biden, ellos iban a estar mejor porque ‘los demócratas son blandengues, son permisivos…’ y les va a salir el tiro por la culata y les va a salir el toro con los cuernos bien puntiagudos”, comentó.