Opinión / Ensayos · 06/11/2023

Desafortunadas declaraciones: La sombra de la propaganda China en la visita de Julio Avilés

*Félix Maradiaga, ex Secretario General del Ministerio de Defensa de Nicaragua

La visita del General Julio Avilés a China no sería de trascendencia si no fuera por sus desafortunadas declaraciones, que revelan hasta qué punto el comandante en jefe del ejército asimila la propaganda china contra Occidente. No obstante, no podíamos esperar nada diferente. Ya en declaraciones anteriores en el contexto de las relaciones con Rusia le hemos escuchado repetir el guión que desde Moscú, La Habana, Teherán y Pekín se ha escrito para ser replicado por los aliados de esa red autocrática.

En un contexto de democracia, esperaríamos del jefe del ejército, más prudencia institucional para evitar asociar tan abiertamente al ejército con la peligrosa polarización antiestadounidense que se viene fraguando desde China. Observamos todo lo contrario.

En un acto de alineamiento con la retórica de la pareja dictatorial Ortega-Murillo, el general Avilés insinúa entre líneas que el ejército de Nicaragua ya ha tomado partido en el conflicto global que se vive entre el bloque antioccidental, presidido por China y Rusia, y las democracias de Europa y Estados Unidos.

Atrás quedaron los halagos que años atrás el mismo general Avilés brindaba a los ejércitos de Estados Unidos y de Taiwán. Lo que estamos viendo es, poco a poco, el irresponsable involucramiento de las fuerzas armadas de Nicaragua en una nueva Guerra Fría y su alineación a un conflicto global al cual Nicaragua no debería pertenecer.

El mundo vive uno de sus momentos más peligrosos desde la Segunda Guerra Mundial. Lo mínimo que esperaríamos del jefe del ejército es prudencia y, además, aprendizaje sobre los altos costos en vidas inocentes que ya le tocó pagar una vez a Nicaragua por involucrarse en los conflictos entre potencias, como sucedió en la Guerra Fría durante los 80.

Esperemos que las tensiones bipolares no lleguen hasta América Latina y que, cuando haya un cambio democrático en Nicaragua, se pueda tomar la ruta hacia la construcción de fuerzas de seguridad policiales y militares apartidistas, alejadas de fanatismos políticos, y enfocadas en el verdadero interés nacional.

No puedo dejar de lamentar que el ejército de Nicaragua, por culpa de su jefe supremo que es el dictador Ortega, se ha convertido en una institución aduladora de fuerzas imperialistas y colonialistas, como son China y Rusia. Ambas potencias son la nueva versión del imperialismo, invadiendo territorio soberano como es el caso de la ilegal invasión de Rusia a Ucrania, y amenazando a pueblos libres como es el caso de China contra Taiwán.

¿Dónde quedó el mensaje antimperialista? Pareciera que para el aparato dictatorial, del cual el ejército es parte, el único imperialismo malo es si viene de Estados Unidos o Europa.

Pero no tienen recato en someterse al imperialismo ruso y chino.

Han tomado el lado equivocado de la historia.

*Ginebra, 5 de noviembre de 2023.