Los rumores comenzaron a circular el viernes por la tarde. Entre los familiares había nerviosismo, ansiedad, pero sobre todo la esperanza de volver a reencontrarse con Juan Requesens, quien finalmente fue liberado tras 751 días de estar secuestrado por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Requesens fue detenido y acusado de formar parte del supuesto atentado contra el dictador Nicolás Maduro el 4 de agosto de 2018 con un dron cargado de explosivos. Desde entonces permaneció arrestado en El Helicoide, un centro del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
“MI HERMANO JUAN ESTÁ EN CASA”, escribió en la tarde del viernes su hermana, Rafaela, confirmando la noticia de su excarcelación. La información fue confirmada por el ex gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, quien compartió las imágenes de la llegada de Requesens a su vivienda.
Y añadió: “Aunque hoy mi hermano podrá dormir en su casa y en su cama, hay muchísimos venezolanos INOCENTES que no pueden hacerlo. No vamos a dejar de luchar por ellos”.
“¿Estamos contentos? Sí. Ustedes también lo estarían. Pero tenemos MUY claro que Juan NO ES LIBRE AÚN y no vamos a dejar de luchar hasta que él y toda Venezuela lo sean”, culminó la también activista opositora.
A principios de agosto, cuando se cumplieron dos años de su detención, Rafaela Requesens recordó que Juan “fue arrestado en violación de sus derechos parlamentarios y civiles” y reclamó al “régimen de Maduro” que lo libere “de inmediato”.
“Los últimos dos años han representado un reto enorme para mí y mi familia. Un reto que ninguna persona debería vivir, porque nadie debería tener a un ser querido encerrado por pensar distinto o exigir libertad”, aseveró.
El procedimiento policial de su detención, dos años atrás, fue calificado de arbitrario en el informe que publicó el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en noviembre de 2019.
Entre otros motivos, se debe a haber sido detenido en su residencia pese a su inmunidad parlamentaria, pero también por otros episodios, como haber sido detenido sin una orden judicial, estar incomunicado casi tres días y ser sometido a tratos crueles, hasta sufrir violaciones al debido proceso, como que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sentenciara su enjuiciamiento sin motivar su detención en flagrancia.
*Con información de Infobae