Destacados / Nacionales · 08/09/2023

Día Internacional del Periodista encuentra a la prensa nicaragüense bajo duras condiciones

*Voces Unidas

Organismos internacionales de derechos humanos contabilizan más 200 periodistas exiliados, varios desterrados y sin nacionalidad. En Nicaragua datos de PCIN, señala que un 34% de los profesionales del periodismo están en el desempleo por resistir con dignidad y ser fiel a los valores de su oficio. 

Este 8 de septiembre, Día Internacional del Periodista, la fecha encuentra al gremio nicaragüense disperso en todo el mundo por la persecución de la dictadura de Daniel Ortega en contra del periodismo independiente, que sufrido cárcel, agresiones, exilio, confiscaciones y hasta el despojo de su nacionalidad. 

Un informe conjunto presentado en San José, Costa Rica, por el gremio de Periodistas y Comunicadores Independientes (PCIN) y el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, reflejan la dura situación del periodismo independiente en Nicaragua, considerada por la mayoría de sus miembros como una “profesión en crisis”. 

La última amenaza directa ocurrió el pasado 4 de septiembre cuando el sancionado jefe del Ejército, general Julio César Avilés Castillo, acusó a los periodistas de “vividores” y “mercenarios de la información”, a la vez que amenazó a quienes critican la corrupción y el servilismo del cuerpo castrense: “con la dignidad del Ejército no se juega”, dijo el sancionado militar. 

El reporte conjunto revela un total de 218 periodistas exiliados a raíz de las protestas sociales de 2018 y la posterior política de represión y persecución policial. 

Ataques han escalado  

Solo en 2021, bajo una arbitraria investigación por lavado de dinero contra la Fundación “Violeta Barrios de Chamorro”, más de 45 periodistas, directores de medios y personal administrativo, fueron interrogados y amenazados en el Ministerio Público.  

Wendy Quintero, periodista y activista del Colectivo de Derechos Humanos, revela que los medios y periodistas de Nicaragua, han sufrido una política estatal dirigida por la dictadura sandinista. 

Esa política inició con la criminalización de la profesión, siguió con el daño patrimonial a medios y periodistas con el robo y confiscación de sus bienes y equipos y se acentuó con obstáculos para ejercer el oficio y acceder a la información. 

Prosiguió con persecución fiscal y aduanera; ataques contra la integridad física y psicológica de las personas, violaciones a la libre movilización, circulación y residencia (exilio forzado y destierro) y garantías de impunidad para los agentes policiales y judiciales que atacan al periodismo. 

Datos del PCIN revelan que hasta un 34% de los periodistas que permanecen en Nicaragua se encuentran sin ejercer el oficio y el restante lo hace desde el exilio o de manera clandestina, por temor de ir a la cárcel, acusado de delitos de traición a la patria o difusión de noticias falsas.

“Bajo guerra”  

La persecución ha pretendido un “apagón informativo” en Nicaragua, ya que debido al exilio de los periodistas y la renuncia a ejercer para evitar ir a la cárcel no hay periodistas independientes ejerciendo en Caribe Norte y Caribe Sur, Masaya, Granada, Chontales, León y Río San Juan. 

El régimen, en su lucha contra la libertad de expresión, no solo ha atacado a los medios de comunicación, sino también a universidades privadas que ofrecían la carrera de Comunicación y Periodismo, como la Universidad Centroamericana confiscada en agosto a los jesuitas. 

Otras 27 universidades más, algunas de las cuáles impartían Periodismo o Comunicación, han sido también confiscadas. 

Desde que Ortega retornó al poder en enero de 2007, su régimen ha declarado la “guerra” a la prensa independiente, con un total de 57 medios cerrados y confiscados como La Prensa, 100% Noticias, Confidencial, Radio Mujer y emisores católicas. 

Las organizaciones recordaron que solo en 2022 se registraron 701 agresiones contra medios y periodistas, el cierre de 54 medios y la confiscación de más de 20 medios. 

A la vez, en 2023, se registran 22 periodistas desterrados y desnacionalizados, el enjuiciamiento a 7 miembros de La Prensa, incluyendo el encarcelamiento y condena al periodista Víctor Ticay, por cubrir actividades religiosas que habían sido prohibidas en Semana Santa.  

Datos de horror 

En Nicaragua los periódicos están proscritos. El último de ellos, La Prensa, fue asaltado en agosto del 2022 y toda su redacción se fue al exilio forzado. 

Sin embargo, más de 30 plataformas informativas han surgido desde 2018 y se sostienen informando sobre lo que ocurre en Nicaragua bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. 

Ante la persecución en contra de los periodistas independientes, el estudio de PCIN presentado en marzo pasado, reveló que del total de periodistas encuestados revelaron que ejercen otras labores como una manera de evitar el hostigamiento del régimen. 

El 10% de periodistas dijo que aún ejercen la comunicación social, mientras que el 13% realiza trabajos académicos no relacionados al periodismo. El estudio reveló que el 36% de los periodistas está “en desempleo”. 

Un 25% respondió que han dejado de informar por tener que irse al exilio. Un 15% respondió que dejaron de ejercer la labor informativa por la “presión política”. Un 10% refirió que dejaron de laborar en comunicación por “falta de seguridad en el municipio”. 

Otro de los factores que incidieron es que un 5% de los periodistas consultados dejaron de informar por “riesgos a la seguridad personal”, otro 5% dejaron de hacerlo “por miedo a un ataque personal o familiar”.