Doña Miriam del Socorro Matus Alemán, llamada cariñosamente como “doña coquito” y conocida como “la abuelita vandálica” expresó su respaldo con los presos políticos de Nicaragua, y afirmó que “ellos no pueden ser acusados de malas acciones”, pues su lucha “ha sido justa”.
Doña Coquito de 82 años, se hizo conocida en 2018 en el contexto de la crisis sociopolítica de Nicaragua, cuando regaló agua a quienes protestaban cerca del Seminario de Fátima durante el fallido primer diálogo entre el régimen de Daniel Ortega y la Alianza Cívica.
“A mi juicio y mi conciencia, ellos (presos políticos) no son ningunos bandoleros como él (Ortega) les dice y también asesinos; al contrario, son defensores del pueblo porque ellos han luchado y lucharán, y sus pensamientos los tienen en el pueblo. Ellos no pueden ser acusados de malas acciones, las luchas de ellos ha sido justa y es una injusticia lo que están haciendo con ellos, condenando a tantos y tantos”, dijo doña Miriam.
La abuela vandálica dijo que su opinión contra la dictadura “sigue firme” y criticó a Ortega por rumbo en el que lleva al país.
“El hombre ese (Ortega) no piensa, no mira para abajo, solo para arriba porque el poder lo ha enfermado, no mira que el pueblo de Nicaragua somos los que luchamos para que él pueda tener a todo ese poco de bandidos, sinvergüenzas para poder subsistirle más las ganancias a ellos”, manifestó.
Asimismo, denunció que recibe hostigamiento por fanáticos del orteguismo que viven en su barrio, y que la acusan de que en su casa se vende drogas.
Al respecto, doña Miriam reconoció que hace 20 años ella vendía drogas y por ese delito cumplió una condena de 5 años de cárcel.
“Me arrepiento de haber cometido ese delito, pero más que todo le pido perdón a Dios, a mi pueblo, que ha creído en mi arrepentimiento y no a unos fanáticos que no cesan en decir que todavía expendo y trafico droga, con el único propósito de desprestigiarme porque soy férrea opositora a este régimen”, afirmó.
Doña Coquito también manifestó que por su edad y por la situación del país se ha visto “fregadita” de salud, pero que gracias a Dios al doctor Alejandro Lagos Espinoza se ha recuperado un poco.
“Dice el doctor que estoy bastante desnutrida”, señaló. Doña Coquito padece hipertensión arterial elevada, diabetes y problemas con el hígado.