Héctor Mairena, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) afirmó este lunes que el “desafío de lograr cristalizar la unidad de la oposición sigue vigente”, y que los esfuerzos que se están haciendo “a veces no son públicos para no matar en puerta esa expectativas que hay”.
“Las organizaciones de la resistencia ciudadana se mantienen, incluyendo el exilio y eso frente a un régimen brutal, es un hecho extraordinario (…) El desafío de lograr cristalizar la unidad de la oposición sigue vigente, pero creo yo que después de cinco meses todas las fuerzas políticas de Nicaragua auténticamente interesadas de salir del orteguismo estamos reflexionando, aprendiendo las lecciones y en este momento hay una coincidencia total alrededor de demandar la liberación de los presos políticos, de demandar la restitución de las libertades que permitan –sin Ortega y Murillo—un ejercicio electoral libre y verdadero”, declaró Mairena en entrevista con La Mesa Redonda.
“Puedo afirmar que sí se está avanzando, se están tendiendo puentes entre las distintas expresiones de la oposición en Nicaragua, esfuerzos que a veces no son públicos y no deben ser públicos para no matar en puerta esa expectativas que hay”, zanjó.
Mairena sostuvo que “la unidad se debe construir en un modelo que la práctica nos dirá cuál será, si un frente, una coalición, una alianza opositora; de lo simple a lo complejo, de lo poco a lo más”.
No obstante reconoce que por la diversidad de la oposición nicaragüense “cuesta unirnos alrededor de lo que sería una alianza ortodoxa tradicional. La veremos probablemente en el futuro”.
“Estamos ante una situación inédita y buscar los caminos que acerquen la unidad no es fácil. Estamos dando pasos despacio, pero firmes en función de cristalizar una unidad en la oposición”, aseguró.
“EL ORTEGUISMO ES UN CUERPO EN DESCOMPOSICIÓN”
Por otro lado, Mairena aseveró que “el orteguismo es un cuerpo en descomposición” y esa descomposición se va agudizar en las próximas semanas, todo ello por las muestras de implosión en las filas del FSLN, que van desde diplomáticos hasta los llamados “sandinistas históricos”.
“Los efectos de la descomposición del orteguismo se hacen más evidentes; ese pleito que hay entre los orteguistas llamados militantes históricos y los de la Murillo va a seguir y se va agravar”, auguró.
“El Frente Sandinista, el orteguismo, sufre una crisis que no de ahora, sufre una crisis desde antes. Se conoció que a miembros de ese partido, incluso miembros relevantes les prohibieron salir del país, o los expulsaron y les arrebataron sus propiedades, o les arrebataron la personalidad jurídica como fue el caso de FIDEG que dirigía Alejandro Martínez Cuenca o el caso de Leonardo Torres”, expuso.
Asimismo, mencionó que en las últimas semanas ha habido “manifestaciones más claras de ese disenso interno que hay en el Frente Sandinista: la denuncia del embajador Arturo McFields, eso fue un hecho espectacular; otro caso el del Dr. Paul Reichler abogado de Ortega; la carta de Leopoldo Rivas sonde además confiesa que actuaron como grupos paramiltares, las denuncias de amenazas de muerte que hizo Marlon Sáenz, o la captura de activistas de ese sandinismo histórico”.
“Estamos ante la descomposición interna del orteguismo, de luchas intestinas, porque también en esos casos puede llegar la sangre al río, ojalá que no. (Pero) esa descomposición se va agudizar, ese disenso se va agravar, vamos a ver nuevos hechos en las próximas semanas en la medida que el orteguismo esté cada vez más debilitado”, advirtió.