Economía / Nacionales · 01/02/2021

Ganadería es la “pata” que sostiene la economía de Nicaragua, dice gremio

La ganadería, que genera 650.000 empleos entre formales e informales en Nicaragua, un país de 6,5 millones de habitantes, es la “pata de gallina” que mantiene su economía, evita la migración del campo hacia la ciudad, y garantiza la seguridad alimentaria de los nicaragüenses, aseguró a la agencia Efe, Álvaro Vargas, presidente de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic).

“La ganadería es la pata de gallina que mantiene a Nicaragua hoy en día y la ha mantenido en los últimos años, solo que ahora, con la crisis (sociopolítica que estalló en 2018), la pandemia por el nuevo coronavirus y la crisis por la caída de precios y menor demanda en otros productos, ha tenido más relevancia en las divisas”, dijo Vargas.

Además, debido a la ganadería, Nicaragua es autosuficiente en su alimentación -exceptuando el arroz-, y “le echamos el hombro a los demás países vecinos de Centroamérica a los que les exportamos leche, lácteos y carne”, sostuvo.

En 2020, Nicaragua exportó 132,99 millones de kilogramos de carne bovina por un valor de 586,1 millones de dólares, más 166,4 millones de dólares en queso y lácteos, según cifras del sector.

UNA CABEZA DE GANADO POR HABITANTE

Por tanto, para Vargas la ganadería es la “pata de gallina” porque genera divisas con la exportación de carne bovina, ganado en pie y productos lácteos; genera decenas de miles de empleos todo el año, inclusive en zonas rurales, que son las más pobres; y garantiza la seguridad alimentaria.

Sin embargo, reconoció que ese sector tiene el reto de exportar cortes de carne bovina de calidad, principalmente a Estados Unidos, incrementar la productividad de la finca, la preñez y los partos de las vacas, y promover localmente el consumo de leche.

En Nicaragua, según cifras de la Comisión Nacional de Ganadería (Conagan), el hato ganadero es de 6,2 millones de animales, es decir casi una cabeza de ganado por habitante.

Esas cabezas de ganado están distribuidas en 146.000 fincas, de las cuales entre un 85% a un 90% son administradas por pequeños y medianos productores, y la mayoría están certificadas con la trazabilidad bovina, lo que permite identificar el origen y las cualidades del ganado.

EVITA MIGRACIÓN DE POBREZA

El gerente general de Conagan, Ronald Blandón, explicó a Efe que los productores ganaderos viven de esa actividad, que es de “doble propósito”, es decir, la venta de terneros y leche, la que combinan con actividades agrícolas.

“La ganadería mantiene empleo formal y permanente durante los 365 días del año, porque uno debe ordeñar a diario las vacas”, a diferencia de otras actividades como el café o el azúcar, cuyas zafras son en un período determinado, anotó Vargas.

“Eso permite generar un empleo para el sector rural y productivo, que es permanente y estable. Eso te evita la migración de pobreza a las zonas urbanas” de Nicaragua, observó.

Vargas recordó que durante la guerra civil que se libró en Nicaragua en la década de los años 80 hubo migración del campo hacia la ciudad, porque el principal escenario del conflicto fue en las zonas rurales, pero una vez terminada la guerra ha sido el sector ganadero el que ha evitado ese desplazamiento.

LOS RETOS DE LA GANADERÍA

Pese a gozar de buena salud, la ganadería tiene varios retos y metas, entre ellos promover el consumo de leche, según reconocieron sus gremios.

Otra cuenta pendiente es colocar cortes de carne bovina selecta en el mercado estadounidense. “Nos hemos caracterizado por ser exportadores de carne industrial, es decir carne para hamburguesas y para tacos”, puntualizó Vargas.

Otro de los retos del sector es hacer producir lo que la gente consume, no lo que uno quiere producir, y, en ese sentido, según Vargas, “el sector ganadero ha venido ya dando esos primeros pasos de ir enfocando o dirigiendo esa producción en base a lo que el mundo está demandando”.

Además de exportar carne de calidad al mercado estadounidense, la “medalla de oro” para los ganadores nicaragüenses sería vender los cortes en el mercado europeo, adelantó Vargas, quien explicó que ese es uno de los objetivos de la trazabilidad bovina, el de identificar ganados aptos para ese exigente mercado.

*EFE