Una noche como la de hoy, hace 5 años, recobré y reconquisté mi libertad personal después de haber vivido una detención arbitraria en condiciones violentas al salir de mi oficina de trabajo. No pretendía ser mártir; nunca he pretendido serlo. Era un autoconvocado más sumamente preocupado por el estado y el rumbo de mi país.
En Nicaragua y América Latina es una práctica política muy extendida el apresar INJUSTA e ILEGALMENTE por razones políticas; peor aún, por simplemente pensar, criticar y expresarnos libre y constitucionalmente como CIUDADANOS (no somos esclavos, siervos ni súbditos).
La fauna política de autócratas y caudillos (con egos de monarcas absolutistas) que apresan e infligen violencia al verdadero soberano es una psicopatología política en nuestros países. El cambio cultural y estructural en la dimensión política es el GRAN DESAFÍO para las NUEVAS GENERACIONES con visión de futuro, dotadas de coherencia y pensamiento político definido. Debemos salir de este bucle perverso de intolerancia, exclusión y violencia sobre el otro. Lo que es intolerable es una dictadura.
Ahora soy un intelectual comprometido con mi tiempo. Soy un ciudadano más que se ha enfrentado a esto; pero como región podemos y debemos ser beligerantes en nuestro continente para que no haya privados de libertad en pleno siglo XXI por el sólo hecho de ser ciudadanos políticamente conscientes. Habrá JUSTICIA cuando sean apresados quienes hoy son apresadores. Porque son los gobernados quienes deberían encerrar a los gobernantes por su culpabilidad y no los gobernantes a los gobernados por su inocencia.
ACTUEMOS para que Centroamérica y América Latina toda asuma su propio renacimiento civilizatorio, su propio progreso y su propio desarrollo sobre el valor supremo de la libertad humana. Ninguna jaula puede contener el espíritu inconquistable de millones de hombres y mujeres con sueños de redención.
El ser libre es defender tenazmente la libertad como un buen guerrero y es vivirla como el modo natural de un hermoso Guardabarranco.
*Marco Aurelio Peña